Raimundo Fitero
DE REOJO

Entre todos

Una circunstancia desagradable pero muy emotiva sucedida en el concurso “Pasapalabra”, que comenzó su entrega la otra tarde con todo el equipo en el plató para rendir homenaje a un compañero del equipo fallecido en ese mismo día de grabación, además de proporcionarnos unos minutos emocionantes, sinceros, de gran calidez con un Christian Gálvez realmente involucrado y demostrando su profesionalidad y respeto por el fallecido y por la audiencia, al continuar con la entrega del concurso, nos sirvió para recordarnos que para realizar un programa de esta aparente sencillez, se necesita un equipo amplio y muy especializado.

Cuando acaban los programas aparecen unas larguísimas listas del personal que ha participado. Son decenas de funciones imprescindibles. Pasan a una velocidad excesiva para que podamos darnos cuenta de manera fehaciente, pero si no se ha cortado abruptamente para que entre publicidad, fíjense, porque es muy importante tomar conciencia de que cuesta mucho hacer televisión o radio o periodismo en papel o virtual. Cuando se dice ese “entre todos” no es una manera de hablar, es un hecho, una realidad, y si bien existe una estructura lógica piramidal que acaba en el protagonista circunstancial, esas ruedas del abecedario con definiciones de palabras son fruto, por ejemplo, de un equipo de guionistas. Y así sucesivamente. Entre todos, porque yo estoy escribiendo desde mi soledad, pero después meto el artículo en un lugar controlado por unos especialistas informáticos, mis compañeras deben editarlo por si he metido la gamba, existen equipos de diferentes utilidades hasta llegar a la imprenta, el transporte, el vendedor si usted lo toca y lo hace realidad. Sí, la comunicación es cara. Y la hacemos cada vez con menos medios humanos y más tecnología.