Ala tercera no fue la vencida. El Ibex tuvo una reacción fallida al alza y volvió a ceder ante las presiones de los valores bancarios y las incertidumbres políticas aparecidas en los últimos días. En la primera hora de negociación, el Ibex se acercó a los 10.500 puntos, pero después se fueron diluyendo los esfuerzos de los compradores hasta cerrar la jornada por debajo de los 10.400 puntos. Hoy, último día hábil de la semana en bolsa, saldrá con 10.360,50 puntos, tras bajar un 0,54%. En Europa, París (-0,01%) y Londres (-0,22%) terminaron con pequeñas cesiones, mientras que Fráncfort (+0,13%) pudo escapar de los números rojos.

Los bancos se han convertido en la pesadilla del Ibex. Ayer, todos acabaron con pérdidas, encabezados por Popular (-4,37%), que no puede parar su caída al abismo pese a los esfuerzos de su nuevo presidente, Emilio Saracho, por transmitir confianza y serenidad ante su delicada situación. La ampliación de capital, dirigida a inversores institucionales, es el último clavo ardiendo al que puede optar para salvar a la entidad, aunque hay serias dudas sobre su éxito. Popular ya vale menos de 2.700 millones de euros cuando en junio hizo una ampliación de capital de 2.500 millones de euros para sanear el balance.

Dentro del sector bancario, Bankia perdió un 2,10%; Caixabank, un 1,99%; Sabadell, un y; Santander, un 1,28%. También hubo recortes en las acereras: ArcelorMittal bajó un 4,60%, y Acerinox, un 2,89%. Entre los grandes, Telefónica cedía un 0,58%, mientras que Iberdrola, el único en verde, sumó un 0,13%. Entre los alcistas, destacó Indra (+3,03%) y Enagás (+1,59%. En París, los peores fueron ArcelorMittal (-4,79%) y Bouygues (-2,40%), frente a Essilor (+2,39%), que lideró a los ganadores.