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Arabia Saudí y sus aliados apuntan a Qatar como chivo expiatorio

Arabia Saudí y sus aliados Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Maldivas decidieron ayer romper sus relaciones diplomáticas con Qatar y aislar al pequeño y rico emirato del Golfo Pérsico, al que acusan de apoyar el «terrorismo», abriendo así la crisis diplomática más grave de los últimos años en Oriente Medio. Rex Tillerson minimizó su impacto en la lucha «antiterrorista», mientras se sucedían los llamamientos al diálogo para superar este conflicto.

Arabia Saudí y sus aliados rompieron ayer relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusan de apoyar al «terrorismo», abriendo así una grave crisis diplomática en Oriente Medio. Las consecuencias, además de la ruptura de relaciones diplomáticas, son el cierre del espacio aéreo y de la frontera terrestre de Arabia Saudí con Qatar, la prohibición a ciudadanos saudíes, emiratíes y bahreiníes de viajar a Qatar, y la exigencia a los qataríes residentes en Arabia Saudí, Emiratos y Bahrein que abandonen estos países en un plazo de 14 días. Acusaron a Qatar de injerencia en sus asuntos internos de forma desestabilizadora y de «prácticas peligrosas».

Qatar rechazó la decisión por «injustificada» y «sin fundamento», y denunció que su objetivo es «poner al Estado [de Qatar] bajo tutela» y asfixiarlo económicamente.

Riad anunció la ruptura de relaciones y el cierre de todos los puertos terrestres, marítimos y aéreos a todos los medios de transporte procedentes y que se dirijan a Qatar, que sólo tiene frontera terrestre con Arabia Saudí. La monarquía saudí justificó estas medidas por las «graves violaciones» de Qatar que «ponen en peligro la soberanía» saudí, así como por su apoyo a «organizaciones terroristas», entre las que citó a los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda.

Arabia saudí anunció su decisión a la vez que Egipto, donde los Hermanos Musulmanes gobernaron hasta el golpe de Estado de julio de 2013, que aupó al poder a las actuales autoridades, que declararon «terrorista» a la confradía islamista.

Emiratos Árabes Unidos y Bahrein se unieron al órdago, al que se sumaron también, además de Maldivas, el Gobierno libio asentado en Tobruk, en el este de Libia, con escasa autoridad en el país y aliado de El Cairo, y el Ejecutivo yemení aliado de Riad, que también expulsó a Qatar de la coalición árabe que lidera en su intervención en Yemen a favor de Hadi y en contra de los rebeldes hutíes. Estos, respaldados por Irán, dijeron estar listos para cooperar con Doha.

El conflicto yemení es uno de los muchos asuntos en los que tendrá repercusiones la ruptura de relaciones con Qatar, que profundiza la división entre los aliados árabes suníes y aquellos que no se encuentran bajo el paraguas de Riad y mantienen mejores relaciones con su acérrimo enemigo en la región, Irán.

Esta nueva crisis con Qatar tiene lugar dos semanas después de la visita a Riad de Donald Trump, en la que exhortó a árabes y musulmanes a movilizarse contra el extremismo y después de que Doha denunciara una campaña mediática contra el emirato, cuya agencia oficial de noticias fue pirateada y divulgó declaraciones atribuidas al emir Tamim bin Hamad al-Zani, que causaron malestar en los países del Golfo.

Llamadas al diálogo

La ruptura de relaciones provocó una reacción comedida de Washington, que es aliado de Arabia Saudí y de Qatar –donde tiene su mayor base militar de la región– e invitó a los países del Golfo a seguir «unidos».

Su secretario de Estado, Rex Tillerson, minimizó la crisis al señalar que «no creo que esto vaya a tener un impacto significativo, si es que tiene alguno, en la lucha contra el terrorismo».

Turquía, país afín a Qatar, ofreció su ayuda para solucionar la crisis diplomática, mientras que Irán apeló a «un diálogo sincero» como único camino.

El líder de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, lamentó la crisis y se mostró dispuesto a «trabajar» para acercar a las diferentes partes enfrentadas.

En una aparente mediación, el emir de Kuwait, Sabah al-Ahmad al-Sabah, recibió a un enviado de Arabia Saudí y habló por teléfono con el jefe de Estado de Qatar.

Esta es la crisis más grave desde la creación en 1981 del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), formado por Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar, que siempre ha ocupado un lugar aparte en bloque, manteniendo su propia política regional y afirmando su influencia a través del deporte y de los medios de comunicación, con el canal de televisión Al-Jazeera. Riad retiró ayer su licencia a este medio y ordenó el cierre de todas sus oficinas.

Suspensión de vuelos y nervios en Doha

La ruptura de relaciones diplomáticas afecta en primer lugar al tráfico aéreo en la región, importante nudo de conexiones entre Europa, África y Asia. Las compañías emiratíes Etihad, Emirates, Flydubai y Air Arabia, la saudí Saudia, la bahreiní Gulf Air y la egipcia Egyptair anunciaron la suspensión hasta nuevo aviso de todos sus vuelos con Qatar como origen o destino. Riad prohibió el aterrizaje en sus aeropuertos de todas las aerolíneas y los vuelos a Qatar, directos o con escalas, a todas las compañías privadas y comerciales registradas en su territorio, y vetó a los qataríes el uso de su espacio aéreo. Qatar Airways, la estatal qatarí, suspendió sus vuelos a Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.

La Bolsa de Doha cayó un 8% en la apertura de la negociación antes de cerrar con un caída del 7,58%.

En la capital qatarí, los nervios llevaron a sus residentes, preocupados por el bloqueo impuesto por Arabia Saudí, a acudir a los supermercados y agotar por la leche, el arroz y el pollo.GARA

Cronología

20 de mayo

Qatar se queja de una campaña «falaz» en la que se acusa al país de «apoyo al terrorismo», antes de una visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Arabia Saudí.

21 de mayo

El emir de Qatar, el jeque Tamim ben Hamad al-Thani, se entrevista a solas con Trump en Riad.

24 de mayo

Qatar anuncia que su agencia de prensa ha sido «pirateada por una entidad desconocida» y que se han atribuido «falsas» declaraciones a su emir. Las declaraciones se refieren a Irán, Hizbulah, Hamas y los Hermanos Musulmanes, y son rápidamente reproducidas por los medios del Golfo pese a los desmentidos de Doha, que decide abrir una investigación.

25 de mayo

«Qatar divide a los árabes», titula el diario emiratí “Al-Bayan”, mientras que el saudí “Al-Hayat” afirma que las declaraciones atribuidas al jeque Tamim provocaron «indignación a gran escala».

25 de mayo

El ministro qatarí de Exteriores, el jeque Mohamed ben Abderrahman al-Thani, denuncia una «campaña mediática hostil al Estado de Qatar», a la que «hará frente» el emirato.

2 de junio

Una fuente oficial en Doha indica que investigadores del FBI ayudan a Qatar a determinar el origen de un presunto pirateo de su agencia de prensa oficial.

5 de junio

Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Egipto rompen sus relaciones diplomáticos con Qatar, acusado abiertamente de apoyar al «terrorismo». Yemen también anuncia la ruptura de relaciones con Qatar, que participaba en la coalición árabe que opera en ese país, por vínculos con los rebeldes hutíes.