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BILBO

Unicef pide un acuerdo institucional para no dejar a ningún niño ni niña atrás

Un informe señala que en la CAV los indicadores básicos de bienestar infantil están por encima de la media, pero escasean las prestaciones.

La CAV se mantiene por encima de la media europea en indicadores básicos de bienestar infantil, pero muestra su debilidad en ciertos parámetros como los relacionados con la inversión en prestaciones sociales dirigidas a la infancia y la familia, según un informe de la ONG Unicef. Por ello, consideran que las instituciones tienen el reto de reducir la desigualdad en la infancia y prevenir la pobreza infantil implantando un acuerdo interinstitucional.

El informe “Situación de la infancia y adolescencia en Euskadi. Hacia un pacto vasco por la infancia y adolescencia” ofrece un diagnóstico cuantitativo a través de 36 indicadores que tratan de medir el bienestar infantil de forma multidimensional analizando educación, salud y seguridad, bienestar material, infancia vulnerable, estilos de vida, bienestar subjetivo y gasto en políticas relacionadas con la infancia.

«Este informe es un trabajo que quiere sumar una nueva visión de las estadísticas, en clave de derechos y bienestar infantil inspirados en la Convención sobre los Derechos del Niño», aclaró el presidente de Unicef Comité País Vasco, Isidro Elezgarai. «Aunque en menor medida que otras regiones, Euskadi también tiene población infantil vulnerable. No queremos que nadie se quede atrás. Ni un solo niño o niña».

Hay que seguir trabajando

Los resultados apuntan a que en general, la infancia y la adolescencia en la CAV disfruta de unas condiciones de vida razonablemente satisfactorias, sobre todo comparadas con el resto de comunidades autónomas del Estado, pero aun así Unicef apuesta por seguir trabajando ya que «las oportunidades y las condiciones de vida de los niños y niñas están muy determinadas por el estatus socioeconómico de su familia, por el empleo, el tiempo, los ingresos y el capital educativo, cultural y relacional de sus progenitores o tutores. Por ello, reconociendo el valor de los indicadores que han evolucionado positivamente, debemos analizar los que han empeorado», según subrayó Elsa Fuente, coordinadora de la ONG en la CAV.

El informe sugiere que el riesgo de pobreza se ha desplazado hacia las personas más jóvenes y familias con hijos. En total, el 12% de niños y niñas viven en familias afectadas por la pobreza en el empleo. Sin embargo, la CAV evoluciona favorablemente en indicadores relativos a la educación, y en la salud se ha logrado reducir la tasa de mortalidad infantil en accidentes de tráfico.

Por otro lado, a Unicef le preocupa que el gasto por habitante en prestaciones de protección social en la función de familia e infancia sea menor que la media europea.