EDITORIALA
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Turismo sostenible, un debate que no cabe obviar

Los datos sobre turismo crecen en una trayectoria que parece no tener fin. Sin embargo, cada vez son más matizadas las valoraciones positivas de los responsables políticos y cada vez mayores las quejas de vecinos y movimientos sociales, especialmente de las zonas donde el turismo masivo está alterando completamente la vida de los moradores habituales; ayer alzó la voz la asociación Parte Zaharrean Bizi del casco antiguo donostiarra. Muestra de esta inquietud es el cada vez más amplio debate social –no solo en Euskal Herria– y el creciente número de movilizaciones, como la convocada por el movimiento juvenil Ernai durante la Aste Nagusia de Donostia en la que denunciará que el actual modelo de turismo de postal idílica genera miseria a los que viven detrás del decorado, y de manera especial a la juventud.

Frente al creciente malestar ante un modelo que carga los costes sobre la población local mientras la riqueza se queda en manos de unos pocos, el diputado de Turismo de Gipuzkoa, Denis Itxaso, cargó ayer contra los convocantes de la manifestación que valoró como un «enorme error». ¿Desde cuándo es un error convocar una manifestación de denuncia? ¿O es que piensa el diputado de Turismo que una manifestación va a espantar a los turistas? Siempre será más deseable que la ciudadanía canalice sus reivindicaciones de una manera pública, pacífica y democrática, haciendo uso para ello de sus derechos civiles, a que terminen estallando por no encontrar cauce de expresión. El diputado trató asimismo de menospreciar a los organizadores señalando que a su juicio no tienen claro que el turismo sea una fuente de riqueza y un sector económico de primer orden. Y terminó su alegato con el aviso –que sonó a amenaza– de que no se puede jugar con la gallina de los huevos de oro.

Ahogar el debate social y amenazar a sus impulsores no es ni inteligente ni democrático, y solo muestra pobreza de argumentos y un intento de eludir responsabilidades.