Frente a quienes intentan cortar de raíz el debate social sobre un turismo sostenible o intentan tergiversarlo presentándolo como «turismofobia», en las últimas horas diversas instituciones han admitido una reflexión al respecto. La directora de Turismo del Gobierno de Lakua, Maider Etxebarria, dijo por ejemplo ayer en Onda Vasca que en aspectos como los pisos «estamos tomando medidas y actuaciones interinstitucionales regulándolo. Dentro de poco se va a visualizar este acuerdo en el que todos trabajamos de la mano y todo se va a ir ordenando poco a poco».

La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, indicó igualmente que Donostia, donde se centran muchas miradas, «ya está tratando de redistribuir el turismo» y que hay que apostar por un modelo «sostenible, de calidad y basado en la cultura». No obstante, Tapia se quejó de la manifestación convocada por Ernai en la capital guipuzcoana para denunciar la precariedad ligada al actual modelo de turismo: «Pretenden dar una imagen distorsionada, pero cualquiera puede entender que no somos ni Catalunya ni Baleares. No nos representan ni nos deben llevar a su terreno».

No piensa lo mismo el alcalde de Donostia, Eneko Goia, que recordó que esa marcha de Ernai está convocada desde junio y lamentó que ahora se haya «sacado de contexto» y «puesto en relación» con sabotajes producidos en la costa mediterránea, porque «entonces la combinación es explosiva».

Goia también confirmó que en la ordenanza que se redacta para 2018 la Parte Vieja será declarada zona saturada. La asociación Parte Zaharrean Bizi acaba de reiterar su hartazgo.

En este contexto, el PP busca sacar réditos políticos hablando de «turismofobia que necesita cortafuegos» y proponiendo que se rechace en instituciones vascas. El texto alude a la marcha de Ernai del jueves 17.