M.I.
LA PIEL FRÍA

Fantástico con aroma clásico y base literaria

Amenudo el tópico de que la novela es mejor que la película se cumple, o así lo sienten al menos los lectores y lectoras del libro original “La pell freda” del catalán Albert Sánchez Piñol, que se habían imaginado otra versión cinematográfica distinta de la que ha realizado Xavier Gens. Este ha optado por el clasicismo de los relatos fantásticos inspirados por grandes escritores como H.G. Wells, H.P. Lovecraft o Jules Verne. Se ha preocupado más por plasmar una atmósfera inquietante que por profundizar en los misterios interiores de los personajes, a lo que tampoco ayuda unas interpretaciones planas y carentes de carisma por parte del escaso reparto anglosajón, con el añadido del siempre distante empleo de la voz en off.

En lo que se refiere al diseño de las criaturas anfibias con rasgos antropomórficos, se arriesga bastante con la presencia cercana de Aneris (Sirena al revés), encarnada por una Aura Garrido a la que no se reconoce bajo las capas de látex. Sin embargo, abusa del recurso de los ataques nocturnos, que serían los correspondientes a las escenas de masas. De cualquier forma no transmiten el encanto o la magia que si poseen las que crea Guillermo del Toro. El rodaje tuvo lugar entre Lanzarote e Islandia, ya que la isla solitaria se sitúa en el Antártico.