Los chilenos acudieron ayer a las urnas para elegir un nuevo presidente, renovar la mayor parte del Congreso y otros cargos. Ocho candidatos se disputan la presidencia en esta jornada, con el derechista Sebastián Piñera, que defiende un programa neoliberal, como claro favorito. De ganar, sería su segundo mandato tras haber gobernado entre 2010 y 2014. Ayer, su sede electoral fue ocupada por un grupo de jóvenes que posteriormente fueron desalojados y detenidos por la Policía.

«Piñera no sabe lo que es ser chileno (...), es el símbolo de la corrupción», declaró Victoria Cárdenas, una de las manifestantes.

«Porque conozco a mis compatriotas, sé que van a elegir los caminos correctos, aquellos que llevan a tiempos mejores», comento el millonario empresario y candidato, que repudió la toma de su sede y los gritos en su contra al señalar que «la democracia tiene que ser una fiesta en la que cada uno pueda expresar su opinión libremente, pero sin violencia. La democracia tiene que estar a favor de algo y no contra algo».

La aún todavía presidenta Michelle Bachelet llamó a votar. «Es importante que la gente asista y elija a quién quiera que represente a Chile. Ese es mi llamado, a votar», dijo tras emitir su voto en Santiago, donde manifestó su convicción de que la elección presidencial se resolverá en la segunda vuelta, que se celebraría el 17 de diciembre.

El candidato oficialista, Alejandro Guillier, votó en Antofagasta, donde afirmó que en esta jornada se enfrentan dos proyectos de país, por lo que «que el voto de hoy es un voto histórico» y definió la cita electoral como «limpia, transparente y muy participativa».