EH Bildu anunció ayer la presentación de 880 enmiendas parciales al proyecto de presupuesto del Gobierno de Urkullu, además de la petición de devolución de las cuentas al Ejecutivo. Según la formación, propone cambios por valor de 222 millones de euros y contempla asimismo comprometer otros 68 millones para financiar durante los próximos ejercicios medidas de impulso al empleo, la industria y las políticas de I+D+i.

Estas enmiendas se concentran en las áreas de industria y empleo, donde –según explicó el parlamentario Iker Casanova– se plantea reforzar con 100 millones un fondo de inversión industrial. En Educación, se contemplan 44 millones más para reforzar las plantillas, mejorar las infraestructuras, extender la gratuidad en las haurreskolak y elevar la financiación de la Universidad Pública; en sanidad, se prevén 36 millones más para ampliar las plantillas, mejorar los equipamientos y reducir las listas de espera; y en materia de protección social, 50 millones más para pensionistas, paradas y parados de larga duración, situaciones de emergencia social y vivienda.

Casanova incidió en que estos presupuestos del Gobierno de Urkullu «son malos e insuficientes, carentes de perspectiva estratégica», «el preludio de mas malos presupuestos en próximos ejercicio».

Primer debate, el día 11

El primer debate sobre el presupuesto de 2018 tendrá lugar el próximo 11 de diciembre al tratarse las enmiendas a la totalidad presentadas por EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que serán rechazadas por el apoyo del PP a las cuentas de PNV y PSE.

La abstención del PP se logró con la reforma fiscal y la cesión de 30 millones para las partidas que eligieran los conservadores españoles, que han puesto especial empeño en reforzar centros privados y sus ayuntamientos.

El PP quiere borrar el rastro EH Bildu en Araba

El PP está negociando con la Diputación Foral de Araba los cambios en los presupuestos del territorio, y tanto el presidente regional de la CAV, Alfonso Alonso, como el provincial, Iñaki Oyarzábal, pusieron ayer especial empeño en destacar públicamente que «todo lo que introdujo Bildu tiene que salir» de las cuentas, que deben llevar la «impronta» de su propio partido. Oyarzábal puso su diana en las partidas «destinadas a presos», que deberán ser sustituidas por dinero para las asociaciones de víctimas del terrorismo.

Alfonso Alonso desvinculó en su momento las negociaciones de la CAV de las que se llevan a cabo en la Diputación de Araba, y ayer separó las cuentas forales de las del Ayuntamiento de Gasteiz. El PP no olvida lo ocurrido en la capital, donde PNV, EH Bildu, Podemos e Irabazi se aliaron para echar a Javier Maroto de la alcaldía. Aunque el alcalde jeltzale, Gorka Urtaran, ha tenido claros acercamientos con el PP en materia económica, se ve que este partido no olvida lo ocurrido tras las elecciones y le va a hacer sudar al PNV en Gasteiz.GARA