Ion SALGADO
GASTEIZ

Solidaridad con los presos en Iruñea y Errenteria, con la vista puesta en Bilbo

Dos manifestaciones recorrieron ayer las calles de Errenteria e Iruñea para reivindicar los derechos de los represaliados vascos y exigir el fin de las medidas de excepción. En ambas marchas se realizaron llamamientos a acudir a Bilbo el próximo sábado 13 de enero.

Cientos de personas se dieron cita ayer en las calles de Errenteria y de Iruñea para reivindicar los derechos humanos de los presos y presas vascas, frente a las medidas de excepción impuestas por los gobiernos de Madrid y París.

«Reclamamos que en política penitenciaria se den pasos desde una clave de confrontación hacia una fase de resolución, terminando con la aplicación de las leyes de excepción, donde todos los derechos humanos sean respetados», señalaron al término de la manifestación celebrada en Errenteria, una marcha en la que se reclamó la puesta en libertad de Aitzol Gogorza y Mikel Arrieta, dos vecinos que continúan en prisión pese a padecer graves enfermedades.

Advirtieron de que no pararán «hasta conseguir traer a Aitzol y Mikel a casa», y que no darán ni un paso atrás «en el camino para terminar con la dispersión». «Y en este camino queremos llenar con vosotros las calles de Bilbo el próximo 13 de enero», añadieron.

Kalera Kalera

En la capital vizcaina se encontrarán con muchos de los que ayer participaron en una movilización convocada por Kalera Kalera en Iruñea para exigir la repatriación de las personas presas y exiliadas.

«En los últimos meses se están dando pasos importantes para la resolución de las consecuencias del conflicto, y el pueblo, la gente, tenemos un papel muy importante en ello. De l s mano de los artesanos de la paz, fue la gente la que posibilitó el desarme de ETA en abril, y ahora, desde Luhuso a París, Iruñerria o Bilbo, será la gente la que traerá a las presas a casa», indicaron en un comunicado leído al final de la manifestación.

En el mismo texto recordaron que «las presas y refugiadas políticas son parte fundamental del proceso de paz, y para que su aportación al mismo sea pleno, las necesitamos en casa».