Soldados israelíes dispararon ayer contra un barco de pesca en la costa de Gaza y mataron a un palestino. Un portavoz del Ejército israelí aseguró que el barco sobrepasó «los límites de la zona de pesca autorizada» y rehusó «obedecer las ordenes de detenerse o dar marcha atrás. (....) Los soldados entonces abrieron fuego y uno de ellos resultó gravemente herido antes de morir». Los otros dos pescadores fueron detenidos. El Sindicato de Pescadores de Gaza denunció, en cambio, que la embarcación fue atacada cuando se dirigía de vuelta a puerto y que no hubo ninguna violación de los límites. El fallecido era Ismail Salé Abú Reyala, de 18 años.

Un portavoz de Hamas, Abdel Latif Qanua, calificó la muerte como «un crimen horrible de la que la ocupación israelí es responsable y que toma la forma de una agresión permanente contra el pueblo palestino». Los pescadores han convocado dos días de huelga con efecto inmediato.

En el contexto del bloqueo al que Israel somete a la Franja de Gaza, y al igual que sucede con los agricultores, son frecuentes los ataques a los pescadores gazatíes, incluso sin llegar a pasar los límites fijados por Israel, que los ha ido variando a lo largo del tiempo y que los palestinos denuncian como insuficientes para ejercer su trabajo. En el enclave palestino se dedican a la pesca alrededor de 4.000 familias, que tienen que enfrentarse a las restricciones y amenazas. Los acuerdos de Oslo fijaron una zona de pesca de 20 millas náuticas, pero Israel nunca lo respetó. De hecho, suele restringir la zona en que permite faenar hasta las nueve o las seis millas en función de la zona y el momento.Además, el Ejército suele disparar contra los pescadores y lleva a cabo detenciones, incluso aunque estén dentro de los límites impuestos.