El imperecedero periodista deportivo argentino Dante Panzeri sostenía que «el buen futbolista se forma mirando para abajo cuando empieza y levantando la cabeza cuando madura». Eso sí, también pontificaba que «cuando a los 18 años al jugador no le gusta gambetear, es porque a los 25 difícilmente sabrá jugar; cuando después de los 20 sigue gambeteando, hay que temer que a los 30 siga mirando al suelo». Los mediocentros del Athletic, excepción hecha del joven Vesga, suman 28 años San José, 29 Iturraspe, 31 Beñat y 33 Rico. En este pim, pam, pum en que se está viendo inmerso el Athletic en todos sus estamentos e incluso su sacrosanta filosofía, los mediocampistas rojiblancos están a la cabeza de los más criticados y cuestionados, con permiso del técnico y el presidente. No son pocos, aficionados y periodistas, los que tras una decepcionante temporada en lo individual y en lo global, ya dan por amortizada a la columna vertebral del equipo durante los últimos años, probablemente, los mismos que la última campaña de Ernesto Valverde decían otro tanto de un Iker Muniain de quien aplauden ahora su precipitado regreso como si fuera a ser la solución a todos los males.

Ayer, en Lezama, tras el último entrenamiento de aquí hasta el lunes, compareció seguramente uno de los que más ha estado y está en el ojo de la diana, el navarro San José. En el caso del de Atarrabia fue claro al admitir que «no puedo estar del todo satisfecho por el nivel que puedo dar y no estoy llegando a dar. Soy el primero que lo reconoce». Un ‘bajón’ que no es ajeno a un contexto general de un equipo que no ha «encontrado la regularidad» este curso.

El ‘6’ rojiblanco admite, en esa línea, que «la temporada no está siendo lo regular que queremos y los resultados no están siendo los de los últimos años. Hay que adaptarse y saber que años como este también se dan». En ese sentido deslizó un cierto parecido con la segunda temporada de Marcelo Bielsa. «En Copa fue lo mismo, en Europa el papel ha sido mejor que entonces y en Liga sí es similar. También es verdad que en aquella campaña al final tuvimos opciones de engancharnos a la séptima plaza y esperamos que sea parecido», confió en última instancia.

El hecho es que de la misma manera que no es fácil mantener una regularidad como equipos, y ahí están los ejemplos del resto de conjuntos salvo los tres o cuatro de siempre, mucho menos los jugadores consiguen un buen nivel sostenido de juego. Y simplemente es el fútbol. Probablemente lo expresó como nadie el celtiña Hugo Mallo, próximo rival de los leones, cuando la semana pasada replicó aquello de que «la afición es libre de opinar. Nos gusta que vengan a animar, pero cuando escucho algún silbido, lo digo sinceramente, me toca los huevos. Si fuésemos perfectos jugaríamos en el Barcelona o en el Bayern de Munich, somos el Celta y hay que saber de dónde venimos».

San José cree que «la afición tiene todo el derecho a expresarse cuando le gusta, cuando no, a hacérnoslo saber y es totalmente respetable. Pero el día del Olympique más que la eliminación nos achacaron como va la temporada porque caer en la Europa League en octavos de final ante un gran rival no tiene que ser ninguna decepción, sino una desilusión por las ganas de seguir adelante». Ahora, restan nueve jornadas, y ‘Sanjo’, como Susaeta, defiende que el equipo «se ha ganado el derecho a que se confié en él». E insistió en ese mismo mensaje de que «lo vamos a dejar todo en el campo y, sabiendo que quedan nueve partidos, a por ello. El juego del equipo y los resultados nos están poniendo en el lugar que nos merecemos y ahora tenemos nueve partidos para mejorar lo que hemos hecho y vamos tratar de hacerlo».

El mediocampo rojiblanco, entre las críticas y la llegada de nuevas caras

El fichaje del armero Dani García por el Athletic es un secreto a voces, en el mercado invernal el club bilbaino apostó fuerte por el navarro del Newcastle Mikel Merino y cabría esperar que hiciera lo propio en verano, los hay que reclaman la vuelta para quedarse del cedido Unai López que tan bien lo está haciendo en el Rayo Vallecano, mientras las noticias de la salida de Ander Herrera del United están haciendo que algunos, con perdón, se estén ‘tocando’ con tanta fruición que terminarán por dar la razón al obispo Munilla. Que la próxima campaña puede haber ‘overbooking’ en la zona ancha del campo bilbaino es una evidencia. Y para que haya entradas, tiene que haber salidas. Rico no las tenía todas consigo para continuar pero su aportación esta campaña cuando se le necesitó le ha valido su renovación. El joven Vesga es el que parece tendría más boletos para salir. Hay quien apunta a que alguna ‘vaca sagrada’ en esas posiciones también peligra. Lo cierto es que dentro de un bajón generalizado y por líneas del equipo, la medular ha estado muy señalada, nunca ha terminado de dar con la tecla, ha sufrido también un fútbol mucho más directo sin apenas circulación, ha habido mucha inestabilidad en esa dupla de mediocampistas, y, en definitiva, no ha estado a la altura. Hay quien directamente reclama su ‘jubilación’, aunque sería más lógico creer que todavía son capaces de aportar al Athletic. Al final, será el sustituto de Ziganda el que decida.J.V.