E l actor y cineasta Guillaume Canet ha elegido el falso biopic como medio para la velada confesión autobiográfica, que en definitiva sirve para una serie de reflexiones autoparódicas sobre su mala relación con el paso de la edad y la fama. Y en su disección personal no está solo, porque al igual que en sus anteriores realizaciones se apoya en su fiel grupo de amigos formado por Gilles Lellouche, Yvan Attal y Philippe Lefebvre, junto con su pareja Marion Cotillard. Pero esto no es “Pequeñas mentiras sin importancia” (2010), porque en “Rock’ n’ roll” ellos y ella se interpretan a sí mismos con sus verdaderos nombres por los que son conocidos dentro y fuera de la pantalla. La crisis del protagonista estalla a consecuencia de una entrevista en la que sale a relucir que Guillaume Canet ya no es un enfant terrible, y a sus 43 años ha sido relevado por una nueva generación de rostros atractivos formada por Gaspard Ulliel, Pierre Niney o Louis Garrel. Dicha apreciación proviene de su aparición en las revistas llevando una vida familiar en el campo, alejado de la noche y de la música marchosa a la que se refiere el título original. Les demostrará que aún puede transformarse.