Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

Camino a la escuela

Hay trayectos que realizamos a diario, que forman parte de nuestras vidas, apenas reparamos en ellos. Sin embargo, para algunas personas, “el trayecto” es una de las partes más importantes de su cotidianidad. No sé qué habrá sido de Jackson. Con once años recorría 15 kilómetros a través de la sabana para ir a la escuela junto a su hermana menor. Han pasado años desde que el documental “Camino a la escuela” de Pascal Plisson nos presentara las historias de Jackson, Carlitos, Zahira y Samuel. No se conocían entre sí, pero compartían el entusiasmo por aprender y eran conscientes de que la escuela les abría las puertas hacia otros mundos y, quizá, les brindó oportunidades. Puede que solo se tratara de jugar acompañados.

Cada día, millones de niños y niñas de todo el mundo cruzan montañas, desiertos, ríos, aguas heladas, escenarios de conflictos armados o barriadas peligrosas para poder llegar a la escuela. Su trayecto se convierte en odisea y esperanza y, la anomalía para la mirada occidental, es normalidad en el resto del mundo. La vida parece esperar en la escuela para los protagonistas de “Camino a la escuela”. Estos días, dentro del Festival de Derechos Humanos de Donostia tenemos la oportunidad de “mirar” otros trayectos a través de la exposición fotográfica “Caminos a la escuela” creada por la agencia Sipa Press y la UNESCO.