M.I.
CADA DÍA

Fantasía adolescente sobre el fenómeno del poliamor

E s un éxito del cine independiente a pequeña escala, por obra y gracia del respaldo que el público adolescente ha dado a la película. “Cada día” costó algo menos de cinco millones de dólares, y solo en los EEUU ya lleva recaudados más de siete. No es el primer intento de Michael Sucsy dentro de la comedia romántica de tintes fantásticos, pues anteriormente hizo “Todos los días de mi vida” (2012), con Rachel McAdams y Channing Tatum como pareja estelar, cuya paradoja era causada por la amnesia accidental de ella, obligando a su novio a reconquistarla partiendo nuevamente desde cero. Explotaba en cierta forma la creencia de que hay una predestinación para el amor.

En su nueva propuesta le da vueltas de forma enrevesada al actual concepto juvenil del llamado poliamor, para terminar, cómo no, desembocando una vez más en la pareja tradicional, solo que después de recorrer los caminos más intrincados. Rihannon es una estudiante de 16 años que descubre en su chico cualidades desconocidas, pero resulta que ha sido poseído por un alma viajera que cada 24 horas toma un nuevo cuerpo. Esto hará que se vaya enamorando sucesivamente de otros compañeros y compañeras de instituto, hasta que por último el alma le señala al amigo que le conviene verdaderamente y cuyo cuerpo le duele abandonar.