Mikel INSAUSTI
«Custodia compartida»

Un niño endurecido ante la amenaza paterna

El actor Xavier Legrand ha tenido el debut soñado en la dirección con una ópera prima que ilustra a la perfección un tema tan candente como el de la lucha por la custodia de los hijos tras las rupturas matrimoniales. En su haber hay que contabilizar el haber sabido tratarlo con toda la urgencia que el caso requiere, pero también con una incuestionable elegancia cinematográfica aprendida de los grandes maestros. De Hitchcock ha cogido el tenso estilo narrativo del género de suspense, con la amenaza constante que representa la figura paterna encarnada por el grandullón Denis Ménochet. De Robert Benton ha ido a fijarse en su oscarizada “Kramer contra Kramer” (1979), película pionera en el tratamiento del asunto central que nos ocupa. De Charles Laughton ha optado por su gran clásico “La noche del cazador” (1955), por la utilización macabra y sombría que se hace de los menores en una atmósfera de cuento terrorífico. Y de Stanley Kubrick ha preferido dejarse influir por “El resplandor” (1980), a fin de captar la sensación de aislamiento y acoso provocado por un hombre enloquecido.

El elemento clave dentro del conflicto familiar planteado en “Custodia compartida” es el pequeño Julien, un niño interpretado por el actor infantil Thomas Gioria. Al verse en medio de una guerra matrimonial tendrá que endurecerse y desarrollar un instinto de defensa frente al padre que pretende utilizarle como moneda de cambio en el enfrentamiento con la madre. Por su parte, la hermana prefiere escapar de ese ambiente cerrado.