Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Bailando la vida»

Una inyección revitalizante para mayores de sesenta

El veterano cineasta británico Richard Loncraine parece preocupado a sus 71 años por el envejecimiento prematuro, y así se explica que previamente rodase en Hollywood “Ático sin ascensor” (2014), película protagonizada como madura pareja estelar por Diane Keaton y Morgan Freeman, y que abordaba el problema de la gentrificación urbana que está obligando a mucha gente mayor a vender sus pisos en los cascos antiguos de las ciudades que se van renovando con una población más joven y con mayores ingresos que los de un jubilado o pensionista. Para consolarse los protagonistas se decían a si mismos que a su edad ya no estaban para subir escaleras. Tal vez por eso mismo el tema de su siguiente película sea el del ejercicio físico para personas de más de 60 años, represendo en “Finding Your Feet” por el baile.

No cabe duda de que es un tema por demás recurrente, y no es de extrañar que Loncraine aproveche un viaje a Roma con motivo de un concurso para homenajear a Fellini y su referencial clásico “Ginger y Fred” (1985), que tenía a Giulietta Massina y Marcello Mastroianni como otoñal pareja de baile. Ya antes el argentino Marcos Carnevale le había rendido tributo en “Elsa & Fred” (2005), con China Zorrilla y Manuel Alexandre. Y se podrían mencionar muchos otros títulos, dado que la demanda de producciones para la fiel audiencia cinéfila que va cumpliendo ya muchos años va en aumento.

Pero los y las protagonistas de “Finding Your Feet” no son carcamales, sino que se encuentran en la antesala de la jubilación, justo entre los 60 y 65. Quiere esto decir que todavía están a tiempo para dar un giro radical a su vida, como lo hace la recién separada ama de casa encarnada por Imelda Staunton. Abandona a su adinerado marido, harta de infidelidades, mudándose a un barrio más popular dónde vive su hermana bohemia, una Celia Imrie que le contagiará la pasión bailonga.