Iñigo Córdoba y Unai Núñez debutaron al alimón ante el Getafe en agosto del año pasado. Consolidados entre los habituales de Kuko Ziganda, ambos son de las pocas noticias positivas de una temporada que el primero de ellos definía ayer en Lezama a la perfección, «agridulce». Estrenarse ‘con los mayores’, bautizarse en San Mamés y encima tener continuidad en el juego y acumular minutos. Ninguno de los dos estaba llamado a ganarse un puesto siquiera en la plantilla, pero esa crucial suerte que acompaña al futbolista para estar en el lugar y momento adecuados, y, además, aprovechar la oportunidad, les va al dedillo. El extremo asegura estar «contento cuando he jugado y, cuando no, he intentado dar la vuelta a la situación y aprovechar los momentos». Ha sacado tal rendimiento a las veces que su técnico ha contado con él que hasta ha renovado con el año 2022 en el horizonte, con 30 millones de cláusula. Inimaginable para él y su compañero Unai, «agradecidos de la oportunidad que nos han dado».

El chaval pasó por micrófono en una semana difícil para los leones tras el batacazo de Anoeta y no tuvo inconveniente alguno en asumir que «la Real fue superior» y el derbi «no salió como queríamos». Ni siquiera él, que últimamente parecía haber ganado en presencia en el juego del equipo, dejó sus habituales detalles. «Podemos hacer partidos buenos y partidos malos, pero siempre queremos hacer bien las cosas», defendió Córdoba, quien de cara a estas tres últimas jornadas cree que el equipo las encara «con las ganas de dar un buena imagen, de cambiar el rumbo del equipo y de acabar de la mejor manera posible la temporada».

38 partidos, 43 jugó Muniain

Con sus 21 años, imposible dudar cuando afirma que «para mí, personalmente, es un honor vestir la camiseta del Athletic y para todos es un orgullo». Tres encuentros quedan y cada uno de ellos será una oportunidad de vestir la camiseta del equipo una vez más. «No nos jugamos gran cosa en la clasificación pero vamos a intentar demostrar que somos el Athletic», se defiende ya como un veterano delante de los periodistas.

Está ahí, lo sabe, porque Kuko le dio la oportunidad. «No sé si estaría aquí si no estuviese él. He podido debutar y tengo que agradecérselo a él. Es un grandísimo entrenador. Le encanta el fútbol y vive por y para el fútbol», se refiere a quien le dio la alternativa en Primera. No obstante, asume ese convencimiento de que «no ha sido una buena temporada», y no tiene reparos a la hora de reconocer que el público tiene sus razones cuando se muestra crítico con el equipo. «Somos futbolistas y sabemos que estamos expuestos, sabemos que la afición es crítica porque no lo estamos haciendo bien. No queda otra que seguir intentándolo y mejorar», sostiene, añadiendo que la culpa no solo recae en Kuko Ziganda sino en el «colectivo».

No parece que Córdoba tenga problemas para seguir contando con la confianza de su técnico ante el Betis. Y si participa en los tres partidos que restan alcanzará los 41 encuentros, lo que le situaría como el rojiblanco con más número de presencias en el primer equipo en la temporada de su debut, solo por detrás de las 43 de Muniain. Por delante del ‘28’ ahora mismo están las 39 participaciones de Joseba Etxeberria el año en que se estrenó en el Athletic y está igualado con las 38 de Sabin Merino, todo un logro lo del de Urduliz si tenemos en cuenta que Susaeta jugó 34 partidos, Julen Guerrero 33, Iraola 31 o San José 30. El hecho es que en estos últimos tiempos, además de los 39 de Córdoba, Núñez suma 33, Kepa 23 y Yeray jugó 36 la temporada pasada, primera suya. Williams sumó 25 y Laporte 17. Lo de Córdoba tiene mucho mérito.