Iratxe FRESNEDA
CANNES

Pocas directoras, Lars von Trier y cine vasco en Cannes

La crítica tendrá que esperar para ver y publicar sus opiniones, los selfies están prohibidos y la batalla con Netflix no parece haber terminado. Este año tres mujeres, entre veintiún cineastas, competirán en la selección oficial, lo que confirma la tendencia de los últimos cuatro años: una directora por cada siete directores. Empieza la 71 edición de Cannes.

Cate Blanchett será la 12.ª presidenta del jurado en 71 ediciones, la primera desde la directora danesa Jane Campion en 2014. Las mujeres cineastas siguen en clara minoría con solo tres películas en competición: la francesa Eva Husson, la libanesa Nadine Labaki y la italiana Alice Rohrwacher.

Thierry Frémaux lo tiene claro: «No habrá nunca una selección basada en una discriminación positiva hacia las mujeres», declaró recientemente el delegado general del festival. Tres mujeres, entre 21 cineastas, competiendo en la selección oficial, lo que confirma la tendencia de los últimos cuatro años: una directora por cada siete directores. Pero en programaciones relativamente recientes, como 2012 y 2010, solo hubo películas dirigidas por hombres. El festival argumenta en su defensa que la selección oficial es solo un reflejo de la baja representación de las mujeres en la dirección de películas.

Hace tiempo que las otras cinematografías piden que se abra camino a la impronta de su mirada. Con ellas viajan otros modos de entender el cine, y de todo lo que a este rodea. Europa no acaba de envalentonarse para dejar hacer a sus periferias, quererlas y situarlas en el camino del cambio que, por otra parte, viene hiriendo al cine años atrás.

«Todos lo saben»

El Festival de Cannes está en el centro del cambio, fecha incuestionable, aquí todo se mueve para que nada cambie. El que para algunos continúa siendo el festival más importante del mundo suelta amarras hoy con el estreno en competición de la película de producción española “Todos lo saben”, del iraní Asghar Farhadi, en cuyo reparto figuran Penélope Cruz, Javier Bardem y Ricardo Darín. La proyección internacional de los cuatro es incontestable y Cannes no podía dejar de rendirse ante la popularidad adquirida y ante un thriller en el que el viaje y las incógnitas se funden con el inicio de la programación.

Diversidad

Una programación que juega en competición a la pesca de arrastre quedándose con los nombres y con los títulos de este año, entre ellos: “Dogman” del italiano Matteo Garrone; “Le Livre d’image” del franco suizo Jean-Luc Godard (película dividida en cinco partes que reflexiona sobre el mundo árabe a través de imágenes documentales y de ficción); “Ash is purest white” del chino Jia Zhangke; “BlacKKKlansman” del estadounidense Spike Lee; “Zimna Wojna” del polaco Pawel Pawlikowski  o “Lazzaro Felice” de la italiana Alice Rohrwacher y entre otros títulos.

Los viejos amigos regresan este año –las amigas siempre son minoría si se trata de directoras– y entre ellos, Lars von Trier. El director danés, que fue declarado “persona non grata” por el festival hace siete años (después de hacer algunos comentarios desacertados sobre el nazismo) vuelve con “The House That Jack Built” (“La casa que Jack construyó”, toda una metáfora).

La cinta, que puede que sea una de las últimas películas que dirija el director de Dogville, es una historia sobre un asesino en serie protagonizada por Matt Dillon. En todo caso, “The House That Jack Built” participa en Cannes fuera de competición, pero seguramente será una de sus estrellas por múltiples razones.

Otro de los astros de este año será Kirill Serebrennikov. El ruso, que esta bajo arresto domiciliario en su país tras ser acusado de malversar fondos estatales destinados a un proyecto teatral, presenta en competición “Leto” la historia sobre la vida de la estrella de rock soviética Viktor Tsoi, fallecido hace más de 25 años, y su grupo Kinó. Además de mostrar la escena underground del rock de Leningrado en los ochenta.

Producción vasca

Fuera de concurso y dentro de los pases especiales de la sección oficial, este año una producción vasca: “Un día más con vida”. La película, dirigida y escrita por Raúl de la Fuente y Amaia Remirez (guion y producción), parte de la novela homónima de Kapuscinski en la que el periodista y escritor, a través de un diario íntimo, asiste a algunos de los momentos más caóticos y dolorosos de la historia Angola. Aventuras, periodismo, guerra, animación, metraje real y diez años de gestación han dado como resultado la primera película de coproducción vasca que llega hasta la selección oficial del Festival de cine de Cannes.

La productora donostiarra gestora del proyecto, Kanaki Films, ya había producido numerosos cortometrajes y largometrajes documentales entre los que destaca “Minerita”, finalista para la 88.ª Edición de los premios Óscar y ganador del Goya al Mejor Cortometraje Documental en 2014.

Cerca, pero al mismo tiempo distinguiéndose, la Quincena de Realizadores nació hace medio siglo a raíz de los acontecimientos de Mayo del 68 que culminaron con la suspensión del Festival de Cannes. Con una selección mucho más modesta, este año “Carmen y Lola”, de la bilbaína Arantxa Echevarría, debuta con su estreno mundial en la Quincena de Realizadores.

El filme de clausura del festival, el sábado 19, sigue en el aire siguiendo el espíritu catastrófico del proyecto. “El hombre que mató a Don Quijote”, de Terry Gilliam, es objeto de un litigio entre el productor portugués Paulo Branco y el ex Monty Python por una disputa sobre los derechos de autor. Veremos y contaremos.