El líder de la oposición, Nikol Pachinian, fue elegido en segunda vuelta primer ministro por el Parlamento de Armenia, sacudida desde hace tres semanas por protestas antigubernamentales. Único candidato en liza, Pachinian fue apoyado por 59 diputados (necesitaba 53), frente a 42 que votaron en contra.

La de ayer fue la segunda votación en ocho días en el parlamento sobre la candidatura del líder opositor. El 1 de mayo, sus adversarios del Partido Republicano en el poder (del ex primer ministro Serge Sarkissian) hicieron bloque contra él desde su mayoría de 58 escaños sobre un total de 105.

Desde el 13 de abril. Pachinian ha movilizado a decenas de miles de armenios en protestas masivas y pacíficas contra Sarkissian, quien intentó perpetuarse en el poder tras pasar de ser presidente a primer ministro después de una reforma constitucional ad hoc.

Tras el fiasco del 1 de mayo, esta vez el Partido Republicano decidió ceder 11 votos a la candidatura del opositor «en aras a la estabilidad» y, sobre todo, para mantener el control del Parlamento, en riesgo si el resultado de la votación se hubiera repetido, lo que habría forzado la disolución de la Cámara.

Endiosado por parte de la población, harta de la corrupción endémica del país, Pachinian tendrá que afrontar una cohabitación entre las ansias de cambio y el Partido Republicano. A no ser que convoque pronto elecciones, esperanzado de que le den a él la nueva mayoría.

Nikol Pachinian, de veterano periodista a única voz de la oposición, hoy ya desde el poder

El diputado Nikol Pachinian, de 42 años, es un veterano periodista y opositor de vieja data. Vestido habitualmente con una camisa caqui y una gorra negra, y conocido por un lenguaje rudo y directo, su nombre está asociado al movimiento de protesta que en 2008 se saldó con 10 muertos.

Tras la represión de la protesta, pasó meses huido hasta entregarse a la Policía. Condenado a siete años, pasó uno en prisión y fue amnistiado.

Brillante orador y célebre por sus interpelaciones parlamentarias desde que consiguió un escaño en 2017 con su partido Contrato Civil, se convirtió en el principal ariete opositor a Sarkissian.

Ya durante la campaña recorrió todos los pueblos y aldeas del país seduciendo, con su mensaje directo, sobre todo a la juventud que nació tras el desplome de la URSS y la independencia de Armenia en 1991. Habrá que ver si cumple las grandes expectativas en torno a él, que ha prometido «devolver el mando al pueblo». Por de pronto, ayer anunció que mantendrá los actuales lazos con Moscú. GARA