El malasio Mahathir Mohamed se convirtió ayer con 92 años en el primer ministro con más edad del mundo tras regresar a la vida pública y derrotar en las urnas a su antiguo ahijado político y jefe de Gobierno saliente, Najib Razak. Durante la campaña electoral ya avanzó que, debido a su edad –en julio cumplirá 93 años–, de vencer en las urnas su intención era ocupar el poder por poco tiempo y traspasarlo a continuación a otro dirigente del bloque opositor.

El sucesor elegido es Anuar Ibrahim, que como Najib Razak fue tutelado por Mahathir en los inicios de su trayectoria política. También fue miembro de Barisan Nasional en su día y se ha pasado a la oposición. Actualmente está en prisión acusado de «sodomía».

Con su triunfo electoral, Mahathir ha desalojado del poder en Malasia a la coalición que lo ejercía desde la independencia, Barisan Nasional o Frente Nacional, de la que formó parte y a la que ha vencido desde la oposición de forma contundente. El antiguo dirigente de Barisan Nasional y actual líder de la plataforma Pakatan Harapan o Pacto por la Esperanza ha vuelto a la jefatura del Gobierno después de haberla ocupado de 1981 a 2003 y de ser quien más tiempo ha asumido el puesto en el país.

Mahathir se retiró de la política tras dejar el Ejecutivo pero regresó en 2015 al desatarse el escándalo de corrupción que acorraló a Najib ese año, cuando se destapó que su antiguo pupilo había desviado cientos de millones de dólares de fondos estatales. El objetivo de Mahathir fue desde entonces que «el pueblo malasio recuperara la dignidad», un discurso que refrendó al afirmar en su primera declaración tras la victoria que su propósito no es otro que «restablecer el imperio de la ley».

La coalición opositora liderada por Mahathir se adjudicó el miércoles 104 de los 222 escaños en juego frente a los 79 del bloque de Najib, según la Comisión Electoral. La mayoría parlamentaria se sitúa en los 112 escaños y Mahathir tiene garantizada la formación del nuevo Gobierno con el apoyo de algunos de los partidos que se repartieron los restantes escaños, entre los que destaca el islamista PAS, con 17 asientos.