El Estado Islámico (ISIS) reivindicó el ataque de ayer al Ministerio de Interior afgano en Kabul, que finalizó con la muerte de los diez yihadistas que realizaron el asalto y un policía tras un enfrentamiento de dos horas. Otros cinco miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.

El ataque al nuevo complejo de Interior comenzó hacia la 12.00 hora local, cuando un kamikaze detonó en la entrada los explosivos que portaba, abriendo paso a otros nueve yihadistas con uniformes militares, afirmó a medios locales el portavoz del Ministerio, Najib Danish. Siete de ellos murieron durante los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y los otros tres fallecieron al detonar los explosivos que portaban, detalló Danish, que agregó que además un policía murió y otros cinco resultaron heridos.

Los insurgentes intentaron avanzar más allá de la primera entrada del complejo, pero se toparon con una fuerte respuesta por parte de las fuerzas de seguridad, a lo que se sumó el complejo entramado de protección con el que cuenta el lugar, inaugurado el año pasado, explicó el portavoz ministerial.

Además, seis policías murieron ayer en un ataque talibán contra una comisaría en Pul-e-Alam, capital de Logar.

Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015. Kabul ha sufrido varios ataques suicidas este año; el más grave, el registrado en enero cuando los talibanes hicieron estallar una ambulancia bomba cerca del antiguo Ministerio de Interior, donde aún operan algunas dependencias oficiales, lo que dejó más de un centenar de muertos.