GARA
LONDRES

Indignación y duelo en el aniversario del incendio de la torre Grenfell

La indignación y la demanda de justicia se mezclaron con el dolor en el primer aniversario del incendio de la Torre Grenfell de viviendas sociales de Londres, el peor ocurrido en el país desde la II Guerra Mundial. En un barrio del oeste de la capital británica todavía traumatizado por el desastre que se llevó 71 vidas la noche del 13 al 14 de junio de 2017, muchos expresaban su frustración.

«No entiendo por qué como país no armamos un escándalo, por qué no le decimos al gobierno lo que debe cambiar ya», afirmaba Tasha Brade, una vecina y miembro de la campaña Justice4Grenfell («Justicia para Grenfell»), que apoya a los supervivientes y a familias de las víctimas.

Tampoco se explican por qué no ha habido todavía detenciones como resultado de la investigación, ni por qué no se ha prohibido el revestimiento exterior que contribuyó a la rápida propagación del fuego.

Además, siguen sin entender por qué los bomberos que acudieron a sofocar las llamas pidieron a los inquilinos del rascacielos que no se movieran de sus casas y no levantaron la consigna hasta al cabo de dos horas.

La lenta reubicación de los afectados también causa perplejidad, porque 43 de las 203 familias afectadas siguen viviendo en hoteles. «Los afectados no recibieron los servicios que necesitaban», denunció Vassiliki Stavrou-Lorraine, que afirma que la gente sufre depresión y estrés postraumático.

La primera ministra Theresa May, objeto de críticas desde el momento del siniestro, se disculpó el lunes por haberse reunido solo con los equipos de rescate en su polémica primera visita a Grenfell, cuando el edificio todavía humeaba.