Rusia y Ucrania se enzarzaron ayer en una peligrosa escalada en el mar de Azov con incidentes entre buques de ambos países en alta mar, lo que llevó a Moscú a cerrar unilateralmente el estrecho de Kerch, la única salida al mar Negro.

Precedida de semanas de declaraciones incendiarias, la tensión llegó al enfrentamiento directo que provocó varios heridos entre los marineros ucranianos.

Rusia acusó a buques de la Armada ucraniana de violar sus aguas territoriales al intentar circunnavegar la península de Crimea. «Hoy, hacia las 7.00 horas de Moscú (4.00 GMT), tres buques de la Armada ucraniana se adentraron ilegalmente en aguas territoriales de la Federación Rusa», informó la dirección de fronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Crimea.

Dos lanchas artilladas y un remolcador ucranianos se dirigían desde Odessa, en el mar Negro, al puerto de Mariupol, situado en el Azov, el mar interior que comparten ambos países.

En un intento de detener el avance de la pequeña flotilla un buque guardacostas ruso embistió al pequeño remolcador, cuyo motor resultó dañado.

Por su parte, la Marina ucraniana afirmó que seis de sus militares resultaron heridos en el suceso, uno de ellos por disparos rusos, y que las embarcaciones habían sido capturadas o bloqueadas.

Para cruzar el estrecho rige un reglamento de concesión de permisos de tránsito y un horario establecido por las autoridades portuarias rusas, que Kiev considera discriminatorio.

«Su objetivo es evidente: crear una situación de conflicto en la región. Al adoptar unas decisiones tan peligrosas e irresponsables, los dirigentes ucranianos deberían pensar en las consecuencias de sus actos», afirmó el FSB, quien posteriormente informó de que otros dos buques artillados ucranianos partieron del puerto de Berdiansk en el mar de Azov en dirección a Kerch. La empresa portuaria que gestiona el tránsito en la zona cerró provisionalmente por motivos de seguridad el estrecho para los barcos civiles. Moscú aseguró que la provocación fue ideada para provocar la reacción rusa y presentarla como una agresión para lo que dio por seguro que Kiev contará con el apoyo de la Unión Europea y la OTAN. «Unos auténticos criminales que obran con métodos criminales: primero una provocación, después una presión de fuerza y luego una acusación de agresión», añadió la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, convocó al Estado Mayor del Ejército, que estudiaba si declarar el estado de guerra y ordenó denunciar la agresión rusa ante el Consejo de Seguridad. La Presidencia ucraniana condenó las «agresiones que pretenden provocar una escalada en aguas del mar de Azov» a la vez que pidió «una respuesta estricta de la comunidad internacional, incluidas sanciones». La tensión en la zona ha ido en aumento desde la inauguración en mayo del puente de 19 kilómetros que une Crimea con Rusia, tras lo que Moscú incrementó notablemente el número de inspecciones de los buques a su paso por el estrecho de Kerch, lo que Kiev considera un bloqueo, de facto, de sus puertos.

También en Donetsk

El enfrentamiento se trasladó rápidamente al frente del este ucraniano, donde el Ejército de Kiev atacó con artillería pesada las posiciones de las milicias de la región de Donetsk. Los acuerdos de Minsk prohíben expresamente la utilización de artillería en un conflicto de cuatro años en el que han muerto más de 10.000 personas.

Errusia eta Ukraina, itsasoan liskarrean

Ukrainako Itsas Armadak salatu zuenez, itsasontzi errusiar batek egindako erasoak sei soldadu zauritu zituen Azoveko itsasoan. Bi kanoiontzi eta atoiontzi bat Mariupoleko portura iristen saiatzen ari zirenean, kostazainen ontzi errusiar bat oldartu zitzaien. Hiru ontziak Errusiako uretan legez kanpo sartu zirela salatu zuen Moskuk, eta gatazka sortzeko probokazio bila aritzea egotzi zion Armada ukrainarrari. Errusiak Azoveko sarrera itxi zuen eta ukrainar presidenteak gerra-kontseilua bildu zuen.