«Estamos por reñir poco, pero nos sale el humo por las orejas», aseguró el parlamentario Carlos Couso en la rueda de prensa para explicar los motivos de expulsión de los tres miembros de podemos del grupo parlamentario: Mikel Buil (que será el candidato morado a las próximas elecciones), Tere Sáez y Ainhoa Aznárez. El tono de la convocatoria fue muy duro y plagado de acusaciones terriblemente graves. Aun con todo, los cuatro parlamentarios han realizado ruedas de prensa similares con anterioridad, en particular cuando Laura Pérez, excabeza de lista, fue expulsada del partido. La diferencia esta vez radica en las consecuencias para el funcionamiento del Parlamento y, además de ello, en que la guerra está más viva que nunca y las elecciones mucho más cerca.

El expediente a Laura Pérez fragmentó el grupo parlamentario de Podemos en dos. Cuatro de ellos se desmarcaron del partido y empezaron a llamarse Orain Bai. Como eran mayoría, consiguieron cambiar el nombre del grupo a Orain Bai-Podemos. Podemos recurrió esta decisión aprobada por los juristas del Parlamento ante la justicia ordinaria. Es este recurso a lo que se agarraban ayer los cuatro de Orain Bai para justificar la expulsión.

Los tres expulsados pasan ahora a los no adscritos y esto hace que Aznárez tenga que abandonar la Presidencia. Y también, que el cuatripartito perderá la mayoría en Mesa y Junta de Portavoces, lo cual dificultará la tramitación de los últimos proyectos de ley. Couso aseguró que han aguantado tanto sin expulsar al resto para no perjudicar al cuatripartito y que por eso esperaron hasta que se aprobaran los presupuestos. Dijo que han sido «rehenes del cambio», pero que ya son libres.

Más allá del recurso, Couso afirmó que Pérez perdió la secretaría de Podemos en Nafarroa por «un pucherazo como la copa de un pino» y alegó que Aznárez hace uso de coches oficiales y la acusó de usar su cargo de presidenta en su beneficio.

En el turno de preguntas, afloró otro motivo de división y que justifica la decisión: el control de la asignación del grupo parlamentario. El dinero que el Estado paga al grupo lleva más de un año bloqueado, porque hace falta que firmen los siete miembros el consentimiento. Con la expulsión, Orain Bai accederá a esa cantidad, que no se quiso concretar. Couso apuntó que este dinero debiera de emplearse en contratar asesores y juristas, cosa a la que ellos no han tenido acceso en todo este tiempo.

Les preguntaron también si se sentían tránsfugas, cosa que negaron. Pérez aseguró que ella defiende las mismas ideas y que el viraje lo ha dado Podemos, por lo que ellos no son los tránsfugas, sino que el tránsfuga ha sido todo el partido.