EDITORIALA
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Nuevo horizonte lunar, vieja amenaza terrestre

La Luna gira sobre su eje al mismo ritmo en el que completa una vuelta alrededor de la Tierra; un fenómeno llamado rotación sincrónica que hace que siempre veamos la misma cara del astro. La otra, la oculta, había sido ya fotografiada, pero nunca un objeto construido por el ser humano había tocado su superficie. Ayer lo hizo, por primera vez en la historia, la sonda Chang’e 4.

No hace falta recordar que este año se celebrará el 50 aniversario de la llegada del ser humano a la Luna para subrayar la importancia que estos hitos tienen tanto en la ciencia como en el imaginario colectivo. Las muestras y datos que Chang’e 4 recoja podrían arrojar luz sobre algunos de los misterios que esconde la luna, como la cataclísmica colisión que le dio origen. Además, como todo avance científico, los logros en la exploración espacial amplían el mapa de todo aquello que puede ser imaginado, estudiado y, quizá, comprendido; aumentan el conocimiento humano y ensanchan el territorio de aquello que consideramos posible. La sonda Chang’e 4, igual que la New Horizons –que acaba de enviar la fotografía más lejana tomada jamás por el ser humano–, son hitos en un largo camino.

Pero los avances en el espacio no suelen ir acompañados de progresos en la Tierra; a veces al contrario. No es casual que las noticias de ambas sondas coincidan. La primera lleva la firma de China, que da así un paso de gigante en su carrera espacial y se ratifica ante el mundo (¿ante el universo?) como potencia global. La segunda lleva la rubrica de la NASA, que ya no navega sola en el universo. Ya sea espacial, económica o política, la pugna entre EEUU y China –todavía por definir en muchos aspectos– es la gran incógnita y la gran amenaza que pende sobre la geopolítica global. No parece que vayan a servir de gran cosa los descubrimientos espaciales si aquí en la Tierra no se logra evitar «la trampa de Tucídices», aquella que considera inevitable la guerra entre una potencia emergente y otra en declive que se siente amenazada.