GARA
BUDAPEST

Nueva movilización contra la «ley de la esclavitud» laboral en Hungría

Los diputados de la oposición húngara expresaron su unidad el jueves conjurándose para hacer de este 2019 «el año de la resistencia» al primer ministro, el nacional-conservador Viktor Orban. Hoy tendrá lugar en Budapest una nueva manifestación antigubernamental.

«Juramos hacer de 2019 el año de la resistencia, dentro y fuera del Parlamento, y hacerlo con la unidad y la cooperación de todos los partidos de la oposición». Esta declaración fue hecha durante una ceremonia inédita que se realizó el jueves, bajo un frío glacial, ante las instalaciones del Parlamento en Budapest.

Tras la tregua de las fiestas navideñas, la oposición política, sindicatos y organizaciones sociales esperan reunir varias decenas de miles de personas hoy en la capital magiar para relanzar el movimiento de protesta contra las reformas adoptadas por el Gobierno en diciembre, especialmente las que debilitan la legislación laboral.

Calificada por sus detractores como «ley de la esclavitud», una de esas normas extiende a 400 el número de horas extras –es decir, el equivalente a dos meses de trabajo– que un empleador podrá solicitar a sus trabajadores cada año y que, si estos las hacen «voluntariamente», se pagarían tres años más tarde.

Estas medidas dieron lugar antes de Navidad a más de diez días de manifestaciones, en ocasiones con enfrentamientos violentos en Budapest y en provincias, una movilización muy rara de ver en el país centroeuropeo.

La oposición también reclama la abolición de una reciente reforma de la Justicia que amenaza con reducir la independencia de los magistrados, así como más libertad de expresión para los medios de comunicación públicos, en este país que es criticado habitualmente por sus ataques al Estado de derecho, como señaló la Agencia France-Presse.

Confortablemente reelegido para un tercer mandato consecutivo en abril, el primer ministro, Viktor Orban, declarado admirador de Vladimir Putin, ha continuado a marchas forzadas con las reformas que tienen por objetivo instaurar una «democracia iliberal» en Hungría.

Cambio de residencia

En este contexto, Orban ha desatado una nueva polémica y gran indignación al mudarse a una nueva oficina en un antiguo monasterio patrimonio de la Unesco, con un coste oficial para el Estado de más de 65 millones de euros. El primer ministro entró en 2019 inaugurando la nueva sede de la Jefatura del Gobierno, en el casco histórico de Buda, en la colina en la que se halla el Castillo Real.

Orban, que hasta ahora trabajaba en el edificio del Parlamento, se ha colocado así «simbólicamente sobre la ciudad», como criticó Bence Tordai, diputado del izquierdista Párbeszéd.