E l Ibex volvía a tropezar ayer con la barrera de los 9.300 puntos. Como en las sesiones anteriores, comenzó al alza y se fue hacia ese nivel sicológico en la primera hora. Posteriormente, iniciaba una cuesta abajo que pudo parar cerca de los 9.200 puntos, desde donde rebotó para terminar en la línea de salida. Hoy abrirá con 9.258,20 puntos, tras ceder un testimonial 0,02%. En las plazas europeas, en cambio, las subidas, aunque pequeñas, fueron generalizadas. París se anotó un 0,21%; Fráncfort, un 0,24%; y Londres, un 0,69%. Al otro lado del Atlántico, los índices principales se movían cerca del nivel de apertura una hora después del cierre en Europa.

Los inversores han puesto sus ojos sobre la economía china. Y las expectativas, de momento, no son nada favorables. Para este año espera un crecimiento de entre el 6% y el 6,5%, después de que en 2018 llegara hasta el 6,6%, su dato más bajo en tres décadas. El pinchazo es tan evidente que el Gobierno pondrá en marcha programas de recorte de impuestos, aumento del gasto público y ayudas financieras para las empresas con el objetivo de combatir la desaceleración. También será importante para apuntalar esta estrategia de choque un final feliz en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, puesto que la demanda externa es todavía hoy un componente esencial de la economía china.

Por valores del Ibex, destacaron al alza Cellnex (+2,03%) y Merlin (+1,48%). En el grupo de los pesos pesados hubo suerte diversa. Telefónica (+0,89%), Iberdrola (+0,52%) y Santander (+0,06%) terminaron en verde, frente a los recortes de BBVA (con -0,54%), Inditex (-0,26%) y Repsol (-0,10%). Las acciones de Ence (-2,99%), Indra (-1,94%) y Red Eléctrica (-1,86%) registraron los peores balances.