Un nuevo ataque cerca de la frontera de Níger con Mali, en la región Tillabery (oeste), llevado a cabo por varios cientos de hombres fuertemente armados, supuestamente yihadistas, causó el martes la muerte de 29 soldados nigerinos. La emboscada a una patrulla militar tuvo lugar cerca de la localidad de Tongo Tongo, donde cuatro soldados estadounidenses y cinco militares nigerinos fallecieron en una emboscada en octubre de 2017.

La patrulla, compuesta por 52 soldados destinados a la llamada «Operación Dongo», estaba persiguiendo a quienes el lunes atacaron la prisión de máxima seguridad de Koutoukalé, a unos 45 kilómetros de Niamey, donde mataron a un militar nigerino. Durante la persecución, en Baley Beri, uno de los vehículos pisó una mina improvisada justo en el lugar en el que los asaltantes prepararon la emboscada para esperar a los soldados, e inmediatamente empezó un tiroteo. Solo 24 soldados lograron volver al cuartel de Ouallam en tres vehículos.

Por el momento nadie ha reivindicado este ataque, pero varios expertos apuntaban como responsables a los combatientes del Estado Islámico del Gran Sáhara, liderado por Abou Walid al-Sahraoui, por su modus operandi. Este grupo yihadista actúa en esta peligrosa zona desértica que se extiende entre Mali y Níger. Sus combatientes fueron los responsables de la emboscada del 4 de octubre de 2017 contra una patrulla mixta de EEUU y Níger en Tongo Tongo, unos 20 kilómetros de la frontera.

Níger ha sido escenario de decenas de ataques de milicianos islamistas en los últimos meses, en muchos casos llegados a través de la frontera con Mali.