Las movilizaciones contra la próxima reunión de los líderes de las siete primeras potencias mundiales en Biarritz, entre los próximos 24 y 26 de agosto han rebasado el Bidasoa y llegaron ayer a las calles de Bilbo, Donostia e Iruñea con distintas caracterizaciones y formatos, pero un mismo mensaje: la necesidad de construir un sistema alternativo a las políticas «destructivas» que representa el capitalismo. «Estos siete pirómanos, cada vez más autoritarios y bélicos, se reunirán con el fin de perpetuar el sistema al servicio de los más ricos y de las multinacionales», señala la plataforma G7 EZ!, que reúne a distintos colectivos que impulsan las protestas.

En Bilbo, una kalejira que partió del Consulado del Estado francés recorrió las calles de la ciudad a mediodía. Los participantes mostraron caretas con las imágenes de los principales líderes mundiales y parodiaron lo que representan sus políticas, que «expolian, destruyen y precarizan la vida de millones de personas para beneficio de unos pocos».

Una manifestación recorrió por la tarde las calles de Donostia para denunciar «las políticas inhumanas» de la cumbre de Biarritz. Desde allí se denunció el heteropatriarcado, los proyectos destructores y el capitalismo, como algunos de los ejes de las políticas que desarrollan los líderes más poderosos.

Durante la protesta, una acción feminista denunció las prácticas de la multinacional Inditex mostrando prendas ensangrentadas en el suelo.

También en Gasteiz se han movilizado contra la cumbre que se celebrará en Biarritz, como en Iruñea, donde la jornada ha estado protagonizada por el debate en la Plaza de San Francisco. Allí se han abordado cuestiones como la precariedad y los derechos laborales, las alianzas feministas frente al sistema de dominación heteropatriarcal y capitalista, las políticas migratorias y especialmente la emergencia climática y ecológica que ha producido el capitalismo.