Las negociaciones del PSN con Geroa Bai, Podemos e I-E han tenido –formalmente– un parón sanferminero. Antes del txupinazo iban bastante avanzadas y se hablaba ya de un preacuerdo programático. Sin embargo, ahora tienen que retomarse con una situación bastante más complicada en Madrid.

Las negociaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han tensionado mucho. Y, junto con ello, se elevan las presiones para fórmulas alternativas sustentadas en abstenciones de PP y Ciudadanos. Esto, en Nafarroa, podría tener la consecuencia de siempre. Es decir, que llegue un veto de Ferraz que eche a perder todo lo avanzado por Chivite en sus reuniones para sacar un gobierno con 23 votos (tres más que los que tiene Navarra Suma). Una opción que, al no alcanzar la mayoría absoluta, depende de la abstención o tres votos favorables de EH Bildu.

El editorial de “El País” del domingo estaba dedicado a Nafarroa. El periódico cuestionaba la ética de un gobierno con EH Bildu como una suerte de socio preferente. Asimismo, criticaba las propuestas del preacuerdo de Chivite sobre el euskara.

No todos tienen la misma prisa. Mientras en Madrid no hay límite para cerrar una investidura, en Nafarroa hay que nombrar presidente antes del 26 de agosto o repetir elecciones.