El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador lamentó ayer la condena a cadena perpetua al narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán porque él no desea «mal a nadie» y que todos los mexicanos deberían tener «posibilidades» de prosperar sin «incurrir a ilícitos».

«Lamento mucho que se den estos casos. Yo no quiero que nadie esté en la cárcel, o en un hospital. Que nadie sufra», dijo el mandatario desde Palacio Nacional. Cuestionado sobre su opinión acerca de la condena al líder del cártel de Sinaloa este miércoles en una corte de Nueva York, López Obrador se definió como «un idealista» que cree «en el amor, la fraternidad y la felicidad».

«No le deseo mal a nadie, no me gusta hacer leña del árbol caído. Y esto es, por cierto, un principio bíblico», manifestó.

Deseó que los mexicanos tengan «posibilidades» para prosperar y no deban «incurrir en actos ilícitos». De esta manera, se podrá evitar acabar como Guzmán, en «cárcel de por vida, una cárcel hostil, dura e inhumana».

Aseguró tener «presente a muchas víctimas» porque los estragos del narcotráfico son algo «muy doloroso».

Prometió que desde el Ejecutivo buscarán «construir una sociedad mejor, más humana, fraterna, solidaria, pacífica, no violenta y sostenida en valores».

Preguntado sobre si esta condena podría conllevar un aumento de la violencia en México, aseguró que «no porque poco a poco vamos a ir bajando la incidencia delictiva».