Raimundo Fitero
DE REOJO

Sorpresa

Paren las máquinas. Rompan todos los discursos. Los artículos precocinados, a la basura. Todo ha cambiado en cuarenta y ocho horas. Sorpresa, sorpresa: hay preacuerdo entre PSOE y Unidas Podemos. La sonrisa de oreja a oreja Pablo Iglesias es una certificación de su infantilismo político. La seriedad matizada con una caída de ojos de Pedro Sánchez es la consagración del pensamiento variable. La presencia de testigo de Iván Redondo nos acerca a la incredulidad metafísica. Pero de ser cierto, de poderse llevar a buen término lo anunciado, podríamos decir que casi, casi estamos para enterrar la famosa transición, porque habrá un gobierno más socialdemócrata que nunca y el franquismo vuelve a pisar fuerte en muchos puntos donde parecía inexistente y estaba dormido. Ahora viene el análisis con inquina, las acusaciones de todo a los firmantes, la resurrección inmediata de las cloacas.

Se pueden quedar PP y Vox solos en la defensa de lo imposible. Ciudadanos no sabe si contestar o hibernar. Su primer paso regenerador sería no impedir este gobierno. Pero miren como quieran los resultados electorales, pero hay más diputados cantonales que nunca. Teruel, Cantabria, BNG, dos partidos canarios en coalición, es decir si sumamos confluencias y subtextos, parece que hay más de una veintena de grupos con representación. ¿El fin del bipartidismo o el principio de una época convulsa?

¿Dónde va a poner ahora sus huevos el Ibex 35? ¿Le servirá el pistolero de Amurrio y su cuadrilla violenta? ¿Recuperará alguna iniciativa que no sea suicida el PP del señor de la corrupción con barba? Los partidos vascos y catalanes, en sus diferentes coloraciones pueden ser la clave. Por cierto, Europa ha dado la razón a Junqueras y debía tener inmunidad por ser eurodiputado. Sigue la lucha en la calle. Se pueden hacer daño.