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GINEBRA-TEHERÁN

ONU y AI alertan de decenas de muertos por la represión en Irán

Tanto la Alta Comisaría para los Derechos Humanos de la ONU como Amnistía Internacional se han hecho eco de las denuncias que alertan de decenas de muertos (hasta 100) por fuego real en la represión de las protestas en más de 40 ciudades iraníes. El Gobierno, que denunció el apuñalamiento mortal de tres milicianos basijs, insiste en que hace frente a una conspiración en la que hace frente a métodos que utilizaban los Muyahidin Halk en los 80.

La Alta Comisaría para los Derechos Humanos de la ONU ha denunciado el uso de munición real contra las manifestaciones en Irán, y ha mostrado su inquietud por las informaciones que alertan de que decenas de personas han muerto y otras muchas han resultado heridas durante las protestas que comenzaron el viernes pasado en Irán, y que ya han dejado más de un millar de detenidos..

Amnistía Internacional expresó su preocupación por los informes que apuntan a que «hasta un centenar de manifestantes han muerto en Irán y cientos han resultado heridos».

Los Guardianes de la Revolución de Irán informaron ayer de que tres miembros de las milicias gubernamentales Basij murieron el lunes por la noche en disturbios en el oeste de la provincia de Teherán. La agencia ISNA aseguró que fueron acorralados y atacados con armas blancas «siguiendo el método empleado a principios de la década de los 80 por el grupo armado Muyahidin Jalq».

Este grupo, que se rebeló en armas por la evolución teocrática de la revolución iraní y considerado terrorista por Teherán y cuya cúpula se encuentra en el exilio en el Estado francés, ha sido acusado por las autoridades iraníes de la deriva violenta de las recientes protestas.

Los medios oficiales solo han confirmado la muerte de e dos manifestantes y cuatro miembros de las Fuerzas de Seguridad, incluyendo los tres basij, pero se estima que la cifra de víctimas sea mucho mayor.

Agencias iraníes hablan de media docena de manifestantes muertos y las informaciones en las redes, difíciles de verificar, denuncian un balance mucho mayor en las protestas, que estallaron en más de 40 ciudades.

El portavoz de la ONU, Rupert Colville, urgió asimismo a que las protestas sean pacíficas y, pese a reconocer que la crítica situación económica tiene su origen en las sanciones de EEUU, urgió al diálogo. Responder con «palabras duras y puño de hierro» no hace sino «agravar seriamente la situación», como se ha podido comprobar en las protestas que tienen lugar en los últimos meses en diferentes partes del mundo,