La vida de una mujer y un hombre vale lo mismo, dice Ortega Smith, ese fascista al que le dan tanta cancha en los medios de comunicación. Lo dice en un día que se celebran concentraciones y actos contra la violencia machista que ha amanecido con otra muerte de una mujer a manos de su pareja en Canarias. Y Vox ha boicoteado declaraciones en varias instituciones. Es una actitud vergonzosa. Aquellos partidos que gobiernan con la anuencia de estos fascistas son cómplices de este fascismo. Estos discursos negacionistas que están generando aumento de la violencia machista. 

Es la cúspide de la intoxicación de este partido que sube y sube a base del blanqueo de PP y Ciudadanos, de los medios de comunicación que los auspician, de los comentaristas tibios, de cantantes famosos, de toda una corriente de opinión que les da carta de naturaleza, con intervenciones que causan estupor y les da minutos de gloria televisiva. 

Tengo escrito en un papel de los que me sirven de muletilla una frase: «preparado para perder». No sé el contexto en que la apunté, pero me sirve como para entender que también hay que prepararse para ganar. Y en ese nuevo invento televisivo de la Copa Davis de tenis, un tenista español ganó un partido horas después de enterrar a su padre y con ello ganaron la Davis junto a un Rafael Nadal invencible. Gestos de un compromiso deportivo.

¿Vamos camino de otras elecciones generales? Eso parece si atendemos las declaraciones de ERC. Cuesta entenderlo en estos momentos, esta es otra cúspide del desencuentro, de la inutilidad, de la imposibilidad de confiar en un sistema político estancado, de una fragmentación partidaria que lleva a la asfixia. Y si hay nuevas elecciones, alerta de emergencia, los fascistas van a seguir subiendo y los del PP no le harán ascos a gobernar con ellos si dan los números.