Raimundo Fitero
DE REOJO

Coronas

Leyendo entre titulares de la caverna mediática más encantada de ser y parecer facha, nos encontramos con unas consignas que nos pueden llevar al frenopático político a no ser que las tomemos con la misma cautela que se deben tomar los presagios económicos y meteorológicos, que parecen salir del mismo ordenador a pilas de la sección becarios en agitación trimestral. De acuerdo en que la letanía de borrachera que dice lo de independentistas, golpistas, comunistas y rompedores de la Unidad de España se ha quedado un poco desdibujada, lo mismo que la imbecilidad de llamarse constitucionalistas uno y echarle a la cara a los otros que no lo son, cuando si no eres constitucionalista, no puedes ser ni taxista.

Ahora mismo, lo que les han dicho que digan es que el pacto entre Sánchez e Iglesias, si además se incorpora por activa o por pasiva ERC, aunque no se sabe muy bien si es con la cara de Rufián, con los hilos de Tardá o con el silbido de Junqueras, lo que peligra es nada menos que la monarquía. Son unos cachondos estos intoxicadores intoxicados. Es decir que lo que están negociando no son sillones, sino coronas. Perdón, existen las coronas suecas y las danesas. Existen las cervezas Coronitas. Existen las coronas de los pasteles de reyes. Hay una marca de hamburguesas que regalan coronas si te metes un combo de veneno para tu dieta.

El rey campechano con corona empeñada aparece ufano en uno de esos países que son ejemplo de democracia, junto a los jeques elegidos por sus santos bidones de petróleo, saludando a un piloto de fórmula 1. Ese es su misión del día. Vender armas, comprar petróleo y llevarse unas comisiones jugosas para que no les falte de nada a sus nietos. El rey preparado coloca a Javier Cercas la corona de Escritor de Estado. Queda claro que  Catalunya es un Principat sin corona.