El líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y actual ministro italiano de Exteriores, Luigi Di Maio, anunció ayer que abandona el liderazgo del partido, asediado por los malos datos electorales, las dudosas alianzas y las tensiones internas, e inauguró un proceso de refundación. Inmediatamente, el primer ministro, Giuseppe Conte, aseguró la continuidad de su Gobierno.

«Su decisión representa la etapa de un proceso de reorganización interna del M5S en curso desde hace tiempo y estoy convencido de que no tendrá ninguna repercusión en la vigencia del Ejecutivo y en la solidez de su equipo», afirmó Conte.

Di Maio, de 33 años, anunció su dimisión como líder del M5S, pero continuará como jefe de la diplomacia italiana. «Ha llegado el momento para esta espléndida criatura llamada M5S de refundarse. Hoy se cierra una era (...) He llevado a término mi deber», señaló.

«Seguiré trabajando codo con codo con Luigi Di Maio hasta el 2023 (final de la legislatura) para consolidad el papel en primer plano de Italia en Europa y en el mundo», afirmó Conte, que desde agosto preside un Gobierno de coalición entre el M5S, el Partido Demócrata (PD), Libres e Iguales (LeU) y la centrista Italia Viva (IE). Antes, desde junio de 2018, había presidido otro Ejecutivo entre el M5S y la ultraderechista Lega de Matteo Salvini, hasta que en agosto este último diera por rota la alianza en un intento fallido de celebrar elecciones anticipadas.

El propio Di Maio, que no renunció al cargo de ministro de Exteriores, aseguró que continuará vigente la coalición de Gobierno. «Debemos aspirar al sacrosanto derecho de ser valorados al menos al final de la legislatura (en 2023). Creo que el Gobierno debe continuar porque al final los resultados se verán», apostó.

De forma provisional y hasta que se elija otro líder la dirección del partido está en manos del dirigente siciliano y viceministro del Interior, Vito Crimi.

La decisión de Di Maio se produce a cuatro días de las elecciones regionales del domingo en Emilia-Romagna y Calabria, cruciales porque Salvini quiere usarlas para reforzar su dominio y desgastar al Ejecutivo del M5S y el PD.

Junto a su renuncia, anunció desde ayer un proceso de refundación del M5S y el inicio de unos «Estados Generales» o congreso para fijar un proyecto para los próximos años, y que se espera en marzo.

Di Maio fue elegido líder del M5S en setiembre de 2017 sin apenas competencia gracias a su proximidad al fundador, Beppe Grillo, y tras tomar las riendas llevó al partido a revalidar como primera fuerza en las elecciones de marzo de 2018.

Entonces la formación vivía un momento dulce, pero pronto las cosas cambiaron. Los comicios derivaron en una crisis por la incapacidad de los partidos de acordar alianzas, que quedó resuelta con la unión entre el M5S y la Lega, lo que espantó a sus votantes progresistas.