Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Caricatura

Angulema se convierte durante varios días en capital del cómic. Hasta allí acudió Emmanuel Macron decidido a recuperar su popularidad, cada vez más difuminada. Pero se le secó la tinta tras posar junto a Jul, un conocido autor de tiras de prensa, sujetando una camiseta con el dibujo de la mascota del salón malherida en un ojo por una de las «escopetas de balas de defensa», esas con las que las fuerzas antidisturbios francesas tantas heridas de gravedad han provocado en los últimos meses. La foto se viralizó en pocos instantes incomodando a muchos agentes del orden, por lo que, atrapado en la viñeta de las redes sociales, el presidente tuvo que pronunciarse allí mismo, defendiendo la libertad de expresión, rechazando el término violencia policial y argumentando que «la violencia está primero en la sociedad».

Todo un chiste. Seguro que los cuatro estudiantes parisinos de 16 años que el pasado viernes bloquearon el acceso a su instituto en el marco de las movilizaciones contra la reforma de la jubilación se hubieran partido de risa. Pero no podían; esos cuatro menores pasaron la noche en comisaría por protestar pacíficamente contra un proyecto de ley que les condenará a trabajar hasta que les alcance la senilidad si no la muerte. La violencia no está en la sociedad sino en el sistema que la rige. Ese que alimenta el propio Macron, desdibujado ya en caricatura.