Israel Escalante
Elkarrekin Bizkaia
KOLABORAZIOA

Unai tiene un plan

Como una película sin guion, como un zurcido sin hilo, como un viaje sin ruta, como una locura sin sentido, así ha debido comenzar la legislatura para Bizkaia. Porque Unai Rementeria, nuestro señor diputado general, pensó que enero del 2020 era un buen momento para explicar a la ciudadanía qué iba a hacer, tras medio año con la legislatura arrancada; vaya mala previsión la del PNV… 

Aunque en realidad no es descabellado pensar que Unai, en realidad, ya había presentado su programa «en sociedad», en la habitual gala de san Ignacio. Como un preestreno, con trajes de gala y todo, a la élite de nuestro territorio, a la gente de la buena, con poder y dinero. Allá por julio. 

Pero no nos desviemos, porque Unai tiene un plan, sí, con 120 medidas además. Y si eres el diputado general de Bizkaia y tienes un plan, y unas elecciones en pocos meses... ¿Qué harías? ¿Presentarlo en las Juntas Generales de Bizkaia, que es el parlamento de Bizkaia? ¿O hacerte una rueda de prensa a bombo y platillo? 

Las ideas principales del guion estaban claras: seguir con el mismo rumbo, y si acaso adoptar algunos mínimos cambios, y esto se traduce en que los Unai’s 11, su séquito de diputados y diputadas, variaron mínimamente con respecto a la legislatura anterior: tan solo Sergio Murillo sustituyó a Isabel Sánchez Robles y Ainara Basurko entró a dirigir el reaparecido Departamento de Promoción Económica. 

Pero esto no es una película, es política: gestión de la res publica, y ya que tenemos un parlamento, lo suyo es que se le dé uso. Puede que en esto de la política a algunas personas les gusten más los saraos y los flashes, pero solo por respeto a la función de la Cámara, para la cual hemos sido elegidas y elegidos, lo suyo es rendir cuentas en esta, y no ante medios de comunicación. 

Estamos totalmente de acuerdo en la importancia de la labor de los medios, pero cuestionamos la forma de hacer política que tiene esta Diputación ya que presenta el guion de la presente legislatura tarde y mal, 7 meses después y en rueda de prensa, en vez de hacerlo un día después en la casa de juntas, donde se desarrolló el habitual pleno de control al Gobierno Foral, como cada último miércoles de mes. Estas prácticas son habituales: falta de transparencia y opacidad. Pero no nos engañemos: no es solo una cuestión de forma o de imagen, es la práctica habitual de quienes confunden la rendición de cuentas con propaganda y bienestar de la ciudadanía con oportunidad. Así, el plan estrella de Unai Rementeria termina siendo un utensilio de precampaña. 

Como ya dijimos al solidarizarnos con las y los currelas del metal, las cosas se pueden hacer «bien, rápido y barato», Bizkaia Egiten: pero esta Diputación no es que no pueda garantizar dos a la vez, es que no cumple ni una: ni respeta las formas, y por tanto no lo hace bien, ni cumple los plazos previstos, ni nos sale barato, no solo por los habituales sobrecostes en infraestructuras, sino porque el modelo de externalización –privatización de sus servicios– se da en base al enriquecimiento de empresas privadas, como por ejemplo aquellas que gestionan las residencias, luego nos sale caro no solo económica sino también socialmente.

Y esta Diputación se atreve a hablar de «participación ciudadana», cuando la transparencia para la oposición es esta o cuando el portal web de transparencia no actualiza, tan siquiera, la información de la actual legislatura. Del «Goazen» como lema previo al «Egiten», el fondo no cambia, pero es que las formas empeoran.