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BRUSELAS

Panamá regresa a la lista de paraísos fiscales, que computa ya doce países

Tras poco menos de un año fuera del foco de la Unión Europea, Panamá vuelve a ser considerada paraíso fiscal. La revisión incluye en la «lista negra» a Islas Caimán –interpretado como una «advertencia» a Londres tras el Brexit– Palaos y Seychelles, procedentes de la «lista gris», de la que saca a 16, Belice entre ellas.

La Unión Europea dio a conocer ayer su nueva «lista negra» de jurisdicciones no cooperativas, conformada por Panamá, Islas Caimán, Palaos, Seychelles, Samoa Americana, Fiyi, Guam, Omán, Samoa, Trinidad y Tobago, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Vanuatu.

La ONG Oxfam se felicitó por la decisión de Bruselas, pero lamentó que «deje libre» a «paraísos fiscales más perjudiciales», como Bahamas, o que siga sin incluir a jurisdicciones del bloque comunitario.

De hecho, la UE acordó retirar a 16 países o territorios de su «lista gris», entre ellos los caribeños Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Curazao y San Cristóbal y Nieves, así como Belice. Concedió, además, una prórroga a doce de los presentes en esta lista, especialmente Turquía, un importante socio económico y en el control de la migración, al que prorrogó hasta finales de año el plazo para el intercambio de información fiscal con los países del bloque.

Descontento panameño

El Gobierno panameño se adelantó al anuncio de la UE y la víspera subrayó que «Panamá no es un destino mundial para la evasión fiscal». La viceministra de Asuntos Multilaterales y Cooperación, Erika Mouynes, agregó que «tampoco el registro predilecto para las sociedades offshore» o extraterritoriales.

Precisó que «desde julio de 2019 hasta la fecha no se ha hecho ninguna evaluación técnica de la UE a Panamá, y estas nuevas inclusiones obedecen a que la metodología de UE establece que si un país está incluido en la lista de la OCDE y el GAFI, automáticamente deben ser incluidos en las de la UE en un efecto domino». Y así ha sido. Al no obtener «al menos» la calificación de «conforme en gran medida» del Foro Global sobre Transparencia Fiscal de la OCDE, la UE tiene que incorporarlo a su lista.

La decisión representa un jarro de agua fría para el Ejecutivo de Laurentino Cortizo, que desde su llegada al poder en julio intenta cambiar la imagen de su país y designó incluso a fines de 2019 a un fiscal jefe experto en delitos financieros. En diciembre de 2017, la UE lo incluyó en su primera «lista negra» y, tras compromisos por parte del Gobierno panameño, lo trasladó a la «lista gris», de la que salió en marzo de 2019.

La inclusión de Islas Caimán, primer territorio de ultramar británico en pasar a la «lista negra», se ha interpretado como «una advertencia para el Reino Unido» tras la consumación del Brexit, según el eurodiputado alemán integrado en el Grupo del Partido Popular Europeo Markus Ferber.

Bruselas teme que Londres rebaje las normas fiscales de la UE para obtener una ventaja económica competitiva sobre el bloque comunitario. Las negociaciones sobre la futura relación entre ambos deben comenzar en marzo y finalizar para finales de 2020. En concreto, el Consejo de la UE, que representa a los países del bloque, reprocha a este territorio británico «no contar con medidas apropiadas en relación con la sustancia económica en el ámbito de los vehículos de inversión colectiva».

Las sanciones previstas se limitan a la congelación eventual de fondos europeos, pero la UE llama a los diferentes países del bloque a adoptar medidas propias para 2021 para presionar.

«La credibilidad de la ‘lista negra’ debe reforzarse para luchar seriamente contra la evasión fiscal», aseguró el eurodiputado ecologista francés Damien Carême, que abogó por un «proceso más independiente y transparente, con sanciones realmente disuasivas».

Krugman: «Los ricos buscan excusas para reducir sus impuestos»

Paul Krugman, ganador del premio Nobel de Economía en 2008, considera que la reducción de impuestos a las rentas más altas no genera beneficios para las arcas públicas ni provoca crecimiento económico, por lo que considera que se trata de una idea «zombi», que sigue avanzando pese a que debería estar muerta por haberse demostrado que es falsa.

Esta una de las premisas del último libro del economista, “Contra los zombis”, publicado por Crítica, en el que examina, a través de la recopilación de casi un centenar de artículos, una serie de ideas y creencias económicas que «devoran cerebros» pese a que son erróneas.

En una entrevista con Europa Press, Krugman manifiesta que hay «pocos conceptos» que hayan sido puestos a prueba tantas veces como el recorte de impuestos y el crecimiento de impuestos. «Lo hicimos con Reagan, lo hicimos con Bush, lo hicimos con Trump (...). En todas esas veces, las predicciones de la gente que dijo que los recortes de impuestos tendrían un efecto milagroso fueron erróneas», apostilla el autor.

«Los ricos siempre están buscando excusas para reducir sus impuestos. Es una constante universal», subraya.

También critica la austeridad económica, principalmente en momentos con altas tasas de desempleo. «Todas las pruebas indican que la austeridad es mala para la economía». GARA