Raimundo Fitero
DE REOJO

Sin llantos

Inspirado por un titular de los que ayudan a repensar lo obvio: “El coronavirus no tiene ideología; quienes lo han ocultado, sí”, me han afectado mucho algunas cosas que no han pasado en el oasis vasco, ese lugar donde los ciudadanos de las poblaciones que rodean al vertedero de Zaldibar lloran involuntariamente debido a los efectos que le producen materiales tóxicos allí almacenados y donde los familiares de dos trabajadores no han podido soltar sus llantos personalizados debido a la negligencia manifiesta de los equipos de rescate de sus cuerpos sepultados bajo tanta mierda desconocida.

En un hospital de la ciudad china de Wuhan, allí donde las autoridades chinas rodaron un spot publicitario construyendo un hospital en tiempo récord con coreografías militares de excavadoras y grúas, ha fallecido su director a causa del maldito virus. Lágrimas contaminantes. En Granada un hombre de ochenta años murió de un infarto y su hija al ver la escena sufrió otro infarto y murió en el mismo lugar. Sin comentarios. Sin llantos identificables.

Los Boy Scouts de Estado Unidos se han declarado en quiebra porque deben pagar indemnizaciones millonarios al ser condenados por múltiples los casos de abusos sexuales denunciados y sentenciados. Nota personal, yo soy de los que todavía saluda con los tres dedos de la mano cuando veo a boys o girls scouts. He sabido de casos no denunciados. Lágrimas grises.

Los políticos en prisión a causa de esa ignominia del juicio contra el procés, nos están dando una mala lección. Ellos, los varones, salen con permisos concedidos por las autoridades penitenciarias para trabajar. Ellas, para cuidar a familiares. No se puede ser más claro en esta actitud machista que debe formar parte de la composición ideológica de los católicos en cualquier idioma. Lágrimas negras.