El Ibex prolongó ayer la corrección de la víspera, precipitándose por debajo de los 9.900 puntos en una sesión marcada por el rebrote del miedo al coronavirus y datos macroeconómicos decepcionantes al otro lado del Atlántico. El lunes saldrá desde los 9.986,20, después de retroceder un 0,45%, por lo que acumula una bajada del 0,71% en la semana. En lo que va de año sube un 3,53%.

Los inversores volvieron a sentir la presión del coronavirus, tras comprobar un aumento de los casos fuera de China, algunos de ellos con consecuencias fatales en Corea. Ayer, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) advirtió de que tendrá un impacto negativo en el sector de 29.300 millones de dólares.

Por otro lado, los mercados se vieron sorprendidos por la caída del índice PMI de servicios de febrero en Estados Unidos hasta los 49,4 puntos, la primera vez en cuatro años que baja de los 50 puntos, nivel que separa la contracción del crecimiento. Mejor le fue a la zona euro, que presentó una subida del índice PMI compuesto de la actividad total hasta los 51,6 puntos, tres décimas más que en enero.

Los mercados europeos también se tiñeron de rojo al cierre. París retrocedía un 0,54%; Fráncfort, un 0,62%; y Londres, un 0,44%. Tampoco escapaban de las pérdidas en Nueva York, con los tres índices principales en pérdidas media hora después de terminar las negociaciones en Europa.

Los pesos pesados volvieron a frenar al Ibex. Se repitió el castigo a Telefónica (-2,86%) y Repsol (-2,77%) tras la presentación de sus cuentas. También cedió terreno Santander (-1,74%), mientras que Iberdrola (+1,31%), BBVA (+0,12%) e Inditex (+0,03%) pudieron esquivar las pérdidas. Los títulos de Acerinox (+1,73%)