Raimundo Fitero
DE REOJO

Fecal

Hablan y no callan. Por hablar las monjas rezan. Los políticos ni rezan, ni hablan, ni callan. Se introduce un rasgo novedoso, la contaminación fecal. Todo los virus que han colapsado el mundo se pueden estar transmitiendo por la mierda. No sería de extrañar. Ahora se traslada una alarma a una ciudad surcoreana que ha sido aislada y aseguran que el foco está en una secta. Yo veo la contaminación fecal de mi entorno y casi todo sucede en una secta y en sus conexiones sectarias con otras sectas que van convirtiendo todo lo que tocan en una mierda.

Los muy europeístas y mucho europeístas consideraban que los británicos iban a pasarlas muy mal con el Brexit. Han salido los hijos de la Gran Bretaña y no hay manera de cerrar la PAC de agricultura de los próximos años porque faltan setenta y cinco mil millones de euros que aportaban los británicos. Millones de euros que se convertirán en libras y que se quedarán en la campiña inglesa, en la pesquería irlandesa o en la ganadería escocesa. Los españoles y muy españoles, con sus tractores, aprovechan para hacer campaña a favor de Vox, pero el problema es que a lo mejor deberán buscar otra manera de producir, distribuir y cobrar, ya que son los países del sur de Europa los beneficiados con las ayudas al campo, y los más ricos dicen que se acabó la juerga, que no dan más, y lo que falta y se quita del reparto. Política fecal.

Un racista alemán de confesión cristiana ha cometido un atentado terrorista y los medios no saben cómo llamarlo. Les da miedo meterse con los suyos, con la extrema-derecha europea y confesional. Un virus fecal de una ideología fecal. Sectas que ponen querellas fecales, debido a leyes fecales, donde la blasfemia, que es un pecado se considera un delito y meten a Willy Toledo en juicio que parece de la Inquisición togada fecal.