Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

Provocar la transmisión de saberes

Artium y Tabakalera han puesto en marcha el Instituto de Actividades Artísticas JAI, un programa de estudios dirigida a creadores cuyo núcleo será su propia praxis; el objetivo, promover la investigación, el trabajo crítico y la transmisión mutua de conocimiento. Durante los meses de verano, los dieciséis participantes seleccionados desarrollarán sus proyectos asesorados por tutores del sector y los trabajos se mostrarán en Artium a finales de agosto.

Artium y Tabakalera han estrechado lazos y están más cerca la una de la otra. Entre ambas instituciones, referencia de la cultura contemporánea vasca, han alumbrado JAI, el Instituto de Actividades Artísticas, por sus siglas en euskara. Se trata de un programa pedagógico y experimental dirigido tanto a creadores como a personas que trabajan en el ámbito artístico. Funcionará como una escuela de verano: abrirá sus puertas el 1 de junio y permanecerá activa hasta el 31 de agosto. Tabakalera será la sede.

La práctica artística será el núcleo del programa, que promoverá la investigación, la producción y el trabajo crítico, y el punto de partida de cada participante seleccionado será la misma pregunta: «¿Qué saber práctico que define tu trabajo eres capaz de transmitir a otros?». «Trabajaremos hacia atrás. En lugar de definir el contenido y buscar después los recursos y los agentes, lo haremos desde lo que ya había. Que pusiera a los creadores a trabajar de manera más eficaz y más eficiente con los contextos que tanto en Artium como en Tabakalera se generan», explicaba en rueda de prensa el artista Asier Mendizabal, uno de los tres tutores, junto a Itziar Okariz e Ibon Aranberri.

La pregunta es clara aunque compleja, y se ha planteado con un objetivo concreto: provocar una transmisión de saberes. «Es una pregunta que, primero, hay que interpretarla. ¿Qué quiere decir ‘saber práctico’?», planteaba. Cada agente dará no solo una respuesta particular, sino que la propia interpretación de la misma será personal. Las respuestas se trabajarán en forma de talleres, cursos o seminarios que durarán una semana; cada artista definirá la fórmula. De esta forma se generará un «corpus pedagógico».

En palabras de Clara Montero, directora cultural de Tabakalera, este es el ADN del proyecto: «El protagonismo será de los creadores y la praxis no se plantea desde un punto de vista académico, sino práctico».

Poner en diálogo a los artistas del contexto es otra de las aspiraciones de JAI. Para Beatriz Herráez, directora de Artium, es un proyecto importante porque «cristaliza» la idea de compartir proyectos y de generar sinergias entre instituciones cercanas.

Acompañamiento

Los dieciséis creadores seleccionados contarán con el acompañamiento de tres tutores. «Desde nuestro papel trataremos de dar continuidad a estas diferentes maneras y procesos que se vayan generando en relación a la pregunta de partida. Los acompañaremos en sus talleres de una forma flexible, y siempre en relación a que ellos y ellas mismas vayan proponiendo y generando», explicaba Okariz.

El equipo de profesores lo integrarán los artistas vascos Jon Mikel Euba y June Crespo junto a la alemana Katinka Bock, la canadiense Moyra Davey, el belga Kobe Matthys, la francesa Lili Reynaud Dewar, la brasileña Camila Sposati y el checo Zbynëk Balandran.

JAI contará además con un Comité de Estudios formado por los tutores y por Beatriz Herráez y Oier Etxeberria, responsable de arte contemporáneo de Tabakalera, quienes se encargarán de seleccionar a los participantes. El plazo de inscripción ya está abierto, hasta el próximo 31 de marzo, a través de la web de Tabakalera, y las personas elegidas abonarán 300 euros en concepto de matrícula. La resolución se notificará el 10 de abril.

El Espacio de Creadores de Tabakalera estará a disposición del instituto durante los meses de verano y la fase pública llegará a finales de agosto, cuando se presenten en Artium los procesos de trabajo y proyectos de los inscritos este primer año, cuya vocación es «experimental». A este respecto Mendizabal apuntó que debería servir como «programa piloto», por lo que podría sufrir modificaciones.