La dirección de Volkswagen Navarra expresó ayer a la representación social su «profunda preocupación» por la evolución del absentismo en la fábrica de Landaben, que califica de «insostenible», y por ello instó a los delegados sindicales a acordar, antes de las fechas de Semana Santa, un paquete de medidas que, a corto y medio plazo, logren su reducción.

En el marco de la comisión de seguimiento celebrada ayer, la dirección del centro detalló que el índice de absentismo casi se ha duplicado en la fábrica en los últimos ocho años, pasando del 4% de 2011 al 7,8% de 2019.

En palabras de Jesús Galindo Parejo, gerente de Relaciones Industriales y Seguridad de VW Navarra, esto «reduce gravemente la competitividad de la planta frente a otras fábricas del grupo», que están en disposición de producir modelos del segmento A0, al que pertenecen el Polo y el T-Cross que se fabrican en Landaben. «No podemos permitir que el creciente absentismo ponga en peligro el futuro de nuestra fábrica», recalcó.

La dirección subrayó «la necesidad de llegar a un acuerdo con el que se pueda alcanzar una reducción del índice de absentismo». Con este objetivo, y dado que el absentismo tiene un origen multicausal, ha propuesto para las próximas reuniones concretar medidas en cuatro ámbitos de actuación: la salud de la plantilla, la organización del trabajo, la motivación de los trabajadores, y la conciliación laboral y familiar. En este contexto, la dirección comunicó ayer la incorporación, a partir del 1 de enero de 2021, de las bajas por contingencias comunes a Mutua Navarra. «Primero, porque es una exigencia que recibimos desde nuestra central en Alemania, y segundo, porque creemos firmemente que es una medida beneficiosa para la salud de nuestros trabajadores, para su mejor y más pronta recuperación, y, en consecuencia, para reducir el índice de absentismo en la fábrica», según explicó Galindo.

El gerente de Relaciones y Seguridad puntualizó que esta decisión es potestad de la dirección, que puede implantar la medida unilateralmente.

«Respuesta firme»

Por su parte, la directora de Recursos Humanos de la factoría de Iruñea, Kerstin Scholz, comentó que «la gravedad de la situación» exige una «respuesta firme y con visión de futuro».

«Entre todos, tenemos que ser capaces de llegar a un acuerdo con medidas que nos permitan reducir las cifras de absentismo en la fábrica y ganar en competitividad –insistió–. Tenemos que darle la vuelta a la situación y estar preparados para, en un futuro, poder dar respuesta a cualquier desafío que nos pueda llegar a plantear el Grupo Volkswagen, en especial los relacionados directamente con la electrificación». Por ahora, la planta navarra está fuera de los planes de la multinacional para el desarrollo de vehículos eléctricos.