GARA
Iruñea

Sin visitas ni prensa, en la cárcel llamadas, cartas y peculio

Si en la calle las medidas de confinamiento se alargan, tanto o más se extenderán las que afectan a los presos y presas vascas. Dentro de estas medidas está la cancelación de visitas y vis a vises, lo que limita la comunicación con familiares y allegados a cartas y llamadas.

La prensa también ha quedado bloqueada. Correos ha decidido que por ahora no reparte las suscripciones. La decisión ha sido polémica y puede cambiar. Mientras, se buscan alternativas. Al otro lado del Bidasoa, GARA sigue llegando a sus suscriptores.

Desde el año pasado las llamadas en las cárceles españolas tienen una duración máxima de 8 minutos, frente a los 5 de antes. Bajo el estado de alarma, las 8 llamadas que tenían la mayoría de presos políticos vascos han pasado a ser 12. Esto ha disparado la «factura del teléfono». Ahora el peculio se debe abonar a través del banco en todas las cárceles, obligando a centralizar los pagos. Aparte de la red de cada preso, hay diferentes iniciativas para activar la solidaridad y hacer frente al castigo añadido.

En definitiva, si la realidad supera a la ficción, la cárcel siempre supera a la realidad.