La pandemia que nos acechaba en el s. XXI

El origen del brote del Covid-19 se halla en algún lugar de la provincia china de Hubei, cerca de Wuhan. Desde allí se dio la alerta el 31 de diciembre de 2019 sobre una nueva neumonía que por entonces afectaba a 27 personas, incluyendo 7 casos graves. Antes de concluir abril de 2020, ya son más de 220.000 los fallecidos en todo el mundo con el virus SARS-CoV-2 según los recuentos oficiales. La mayoría de las víctimas son personas de avanzada edad. La pandemia se extiende a distinto ritmo por cada región.

Con Trump en campaña electoral y sin un sistema de salud universal

La plaga ha cogido a Estados Unidos con Donald Trump en la Casa Blanca y en plena campaña para la reelección, por lo que no es de extrañar su gran impacto: más un millón de casos y casi 60.000 fallecidos. Solo el contrapeso de algunos gobernadores demócratas, como los de Nueva York y California, ha permitido implementar medidas para mitigar sus consecuencias. Pero a nivel federal aún no se ha logrado doblegar la curva de casos activos.

El balance provisional coloca a Euskal Herria en una situación muy preocupante

En el caso de Euskal Herria, es imposible dar la cifra de casos activos. En primer lugar, el Estado francés no ofrece datos desglosados para la Mancomunidad Vasca; además, la CAV dejó esta semana de ofrecer el dato exacto de los casos activos, que Nafarroa mantiene. En cualquier caso, aunque la mayoría de los indicadores señalan una tendencia positiva para el país, la ratio de fallecidos por millón de habitantes, que se sitúa en 550, es una de las mayores de toda Europa. Es cierto que regiones como Lombardía (1.300) y la Comunidad de Madrid (1.200) presentan una ratio mucho peor, pero lo cierto es que como Estado, no hay uno solo con un índice peor al presentado por Euskal Herria.

La trágica carga de Europa

En estos momentos, Europa es el foco principal de la epidemia, con más de 1.300.000 casos detectados y cerca de 130.000 muertes. El impacto está siendo especialmente grave en el Estado español (al frente de la estadística de muertes por millón de habitantes), Italia, el Estado francés y Gran Bretaña, lo que habrá que cargar en el debe de sus respectivos sistemas sanitarios.

Alemania marcha a toda velocidad y con mucha prudencia

La locomotora económica europea, que logró doblar la curva de casos activos a principios de abril, ha mostrado en esta crisis una envidiable suficiencia hospitalaria, que ya poseía, y una gran capacidad de respuesta inmediata, que se le presuponía. Pese a ello, Angela Merkel es la voz más exigente del país a la hora de levantar las medidas de confinamiento.

Mientras el virus se propaga por el mundo, en China está bajo control

Cuesta mucho creerlo. Si busca el puesto de China en el ránking de muertes por millón de habitantes causadas por el Covid-19 tiene que ir muy abajo para encontrar a este gigante poblacional: solo tres por millón (vuelvan a mirar el dato de Euskal Herria para comparar). En total, son más de 4.600 los fallecidos, la mayoría de ellos en la provincia de Hubei, donde se ubica Wuhan. Para el 29 de febrero China había frenado la curva de contagios y dos semanas ante había comenzado a caer en picado la de casos activos. Claro que allí la cuenta que aparece en los gráficos comenzó el 22 de enero. Y las estadísticas dicen que en Hubei solo se ha contagiado el 0,11% de sus 58 millones de habitantes.

Pasado el primer susto, Irán sigue su propia vía

Irán es uno de los principales focos de la epidemia desde que esta salió de China, pero, aunque suma más de 90.000 contagios, controla la letalidad mejor que el Estado español o Italia. Son 71 muertos por millón de habitantes. Su estrategia de restricciones es diferente a la aplicada en Europa, ya que permitió la movilidad en las vacaciones de su año nuevo, en torno al 21 de marzo.

Sin estrés sanitario y sin prisas para aflojar restricciones

Como su vecina Nueva Zelanda, Australia ha visto cómo las curvas comenzaban a descender sin que la epidemia llegara a estresar sus sistemas sanitarios. En ambos casos se procedió con rapidez a cerrar las fronteras, primero para quienes procedían de China y después para los viajeros de otros puntos calientes. No obstante, han optado por mantener la cautela y no levantar las medidas de confinamiento al observar los rebrotes de Corea del Sur y Singapur.

Sudáfrica enfrenta un nuevo reto en plena crisis económica

Junto a Egipto, Sudáfrica es el país del continente con más casos registrados, pero sus cifras todavía están muy lejos del «estándar europeo», con 5.000 contagios y un centenar de fallecidos. El presidente, Cyril Ramaphosa, optó por decretar el confinamiento desde que a mitad de marzo se empezó a sentir el impacto del virus. El sistema sanitario se está desplegando con unidades móviles, a las que se sumará el personal médico llegado desde Cuba. El reto es muy alto para una economía en crisis.

Nigeria, la encrucijada africana de la epidemia

La evolución del Covid-19 en África estará marcada en gran medida por lo que suceda en Nigeria, el país más poblado del continente, con unos 190 millones de habitantes, y uno de los más activos económicamente. Situado en la zona tropical, ha de combinar la lucha contra el coronavirus con las campañas para controlar enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla o el dengue.

Lo peor, junto a Bolsonaro, está por llegar

¿Será Boris Johnson?, ¿será Donald Trump? Pues no, el último en caerse del caballo escéptico-complotista será Jair Bolsonaro... si es que llega a ver la luz. Su actitud es tan exagerada que en plena crisis ha expulsado al ministro de Salud del barco de la extrema derecha que gobierna Brasil desde enero de 2019. Con 75.000 casos y 5.000 fallecidos, las curvas se encuentran en pleno ascenso.