Mikel CHAMIZO
DISCOS PARA UNA CUARENTENA

El violonchelo en el siglo XVIII 

El año pasado, el Premio Nacional de Música que concede el Ministerio de Cultura español fue a parar a dos artistas vascos: en la modalidad de Composición, el reconocimiento se lo llevó el oñatiarra Félix Ibarrondo, que cumplirá 77 años en menos de un mes; y, en Interpretación, fue a parar al violonchelista bilbaíno Asier Polo, una de las referencias más sólidas que ha tenido el instrumento en la península desde los tiempos de Pau Casals.

En plena crisis por la Covid-19, Polo acaba de presentar su nuevo disco, que se puede adquirir a través de la web de IBS Classical y pronto llegará a las tiendas y plataformas digitales. Tras sus dos últimas incursiones discográficas centradas en la música romántica de Brahms, Rachmaninov y Franck, la nueva grabación de Polo reúne cuatro conciertos del siglo XVIII, una época en la que el violonchelo fue asentándose progresivamente como instrumento solista. Esta rápida evolución se puede apreciar en el contenido del disco, si comparamos los dos conciertos de Vivaldi, escritos alrededor de 1720, con los de Haydn y Boccherini, 50 años posteriores y de una escritura más virtuosa. Polo ha trabajado mano a mano con un director de orquesta muy familiarizado con el instrumento –Andrés Gabetta, hermano de la violonchelista Sol Gabetta– y se ha dejado asesorar por la especialista Itziar Atutxa en relación a qué tipo de arcos, cuerdas y técnicas son las más indicadas para interpretar la música de este periodo. El resultado son unas interpretaciones de fluida musicalidad y sabor camerístico, definidas por el hermoso sonido y lirismo que Polo imprime a todas sus versiones, al servicio de unas músicas amables y luminosas.