Ibai AZPARREN
iruñea

Sanitarios de la CAV utilizaron mascarillas quirúrgicas que no cumplían la normativa

Varios centros de OSI de la CAV utilizaron por lo menos hasta el martes las mascarillas Medop 102 entregadas por Osakidetza como mascarillas quirúrgicas pese a que, a mediados de abril, se procedió a su retirada del petitorio por no cumplir la normativa europea. Así lo especifica el correo electrónico enviado a varias jefaturas de Atención Primaria por parte de Unidad Básica de Prevención de Riesgos Laborales con fecha de 18 de mayo.

En dicho aviso, se señalaba que, aunque en el envoltorio viene indicada como mascarilla quirúrgica, estas «no cumplen con la normativa referente a la mascarilla quirúrgica EN14683:2019» que establece los requisitos mínimos que debe cumplir este tipo de material sensible.

Por tanto, desde la Unidad Básica de Prevención de Riesgos Laborales remarcaban que la mascarilla Medop 102 es una mascarilla desechable «para su uso higiénico» y, «aunque su ficha técnica indique que es para uso sanitario, evita la diseminación de partículas y la propagación de enfermedades y es apta para evitar contagios en pandemias», han solicitado a los centros, un mes después de confirmar que eran defectuosas, la retirada por incumplimiento del reglamento europeo. En su lugar, explican que deben usarse mascarillas quirúrgicas efectivas.

Varios profesionales sanitarios de la CAV han confirmado a GARA que Osakidetza entregó estas mascarillas a finales de marzo, y hasta este lunes no se les comunicó que debían retirarlas pese a conocer, desde hace más de un mes, que eran deficientes. «Mandan ahora un correo cuando pacientes, personal administrativo y profesionales sanitarios llevamos mucho tiempo utilizándolas, también en los servicios de atención directa al covid-19», remarca un sanitario de un ambulatorio de la CAV al tiempo que denuncia que se les entrega una mascarilla FPP2 «para toda la semana» y se les ordena lavar los Equipos de Protección Individual (EPI) en circuitos separados del resto de material aun cuando en la etiqueta precisa que no deben lavarse.

Son varios los ambulatorios que recibieron estas mascarillas por parte del Departamento de Salud de Lakua; y también hospitales, como el de Galdakao, cuyos profesionales señalan que en este caso su uso fue limitado a «pacientes y visitas».

No es la primera vez

No es el primer lote defectuoso de mascarillas distribuido a los profesionales sanitarios de la CAV durante la pandemia. Hace dos semanas, un centenar de profesionales de Osakidetza de los 4.000 que utilizaron unas mascarillas defectuosas distribuidas por el Ministerio español de Sanidad dieron positivo por covid-19 en los test PCR que se les realizó. Se trataba de profesionales que utilizaron las mascarillas «Garry Galaxy» enviadas por el Ministerio de Sanidad y que fueron retiradas tal y como informó la titular de Salud de Lakua, Nekane Murga.

Se detectaron, por otro lado, algunas partidas de mascarillas KN95 que llegaron a Osakidetza «compradas y donadas» que no cumplían los estándares de calidad y de filtrado, por lo que también se ordenó su retirada. En aquella ocasión, Murga aseguró que en ningún área que se precise un filtrado superior al 94% hay una mascarilla KN95 que no tenga comprobado ese nivel.