Raimundo Fitero
DE REOJO

Armarios

Los mejores armarios son los de doble fondo. Empotrados, con puertas abatibles o corredizas, los armarios siempre esconden parte de nuestra pequeña vida acumulada. Salir del armario en esta época, en nuestra sociedad, debería ser algo perteneciente a la literatura y no a la decisión vital de alguien porque no puede vivir más ocultando su homosexualidad. Un cantante popular, Pablo Alborán, ha salido del armario y se ha encontrado con la tormenta de insultos e improperios homófobos de una parte de la sociedad crispada por los reaccionarios, los violentos de estas derechas cavernícolas que son incapaces de avanzar en el camino de la historia, un auténtico peligro que están acaparando un espacio asfixiante.

Salen a montones del armario los fachas violentos. Un exmilitar, ahora taxista, hace prácticas de tiro en Málaga poniendo en las dianas fotos de miembros del gobierno actual del reino de España. Y no pasa nada. ¿No hay leyes para estos salvajes violentos que proliferan en forma de organización secreta tejida desde lugares bien reconocibles? Un concejal, es decir, un cargo público de la banda del indocumentado Casado, que es exboxeador y entrenador dice públicamente que lo que se debería hacer es darle una paliza al vicepresidente Iglesias hasta dejarlo como un vegetal. Sabe como una amenaza terrorista. Y sigue de concejal, sigue en el partido político que acumula más delincuentes y las leyes no se aplican porque el armario antidemocrático es muy grande, inmenso, de asustar y sus puertas están abiertas de par en par.

Resulta que el pistolero de Amurrio acude al parlamento con su revólver en la sobaquera y uno se pregunta, ¿por qué? Y uno duda: ¿será para que cuando entren los suyos a dar el golpe se pueda unir con su propia arma? No hay que tomarse estas cosas a broma. Se están organizando desde las entrañas del sistema.